Una mística del ahora

Hay veces que una pregunta, y más si viene de un amigo, te deja pensando, y mucho, a un nivel muy profundo, no sé si el original que pretendía la pregunta. El caso es que ayer, mi amigo Rubén Díaz, me soltó, como si tal cosa, o sabiendo mucho mejor dicho, una pregunta. En un primer momento de lectura rápida, la pregunta, nada fácil de responder, podría parecer referida a un plano educativo. Pero hay veces en las que uno no puede quedarse en ningún plano, y se siente interrogado hasta la médula. Porque es muy difícil no hablar de uno mismo si te preguntan así:

Y desde esa médula voy a intentar responder, intentando olvidarme del currículum, del personaje, del contexto, etc. Quizás no venga nada mal, en un momento preñado de debates educativos tecnológicos y de todo tipo, simplificar y volverse hacia uno, hacia la vida más simple, hacia esa cosa por la que pregunta Rubén.

Creo, Rubén, que más que explicar Nietzsche a mis alumnos, he hablado de Nietzsche con ellos. Creo que más que hablar de Nietzsche hemos hablado de la vida. ¿Puede hablarse de otra cosa? Y cuando lo hacemos, lo que me gustaría transmitir, sin invadir conciencias ni individualidades, es precisamente que la vida está por encima de cualquier cosa, y que esto lo olvidamos con demasiada facilidad. Que vivimos presos de razones, dilemas, conceptos, supuestas verdades, y que estos empobrecen algo que va mucho más allá de este pequeñísimo plano de la existencia que hemos acordado llamar «realidad». Que hay una libertad y una vida superior, y que o está aquí o no nos sirve. No se trata de llamar a una adolescente revuelta contra la razón, de forzar mutaciones de actitudes, ni de destrozar modos de vida socialmente aceptables, en una especie de revolución heredera del holismo excremetista, según el cual «todo es una mierda».

Se trata de algo más profundo, de un extraordinario respeto a ese más allá que está más acá. Se trata de que creo, pienso, vivo, la sensación de que estamos rodeados de remordimientos y miedos, de corsés de todo tipo que ayudan a organizar una sociedad empobrecida a más no poder. Y  que a la vez castran sin pudor al individuo. Se trata de que cada vez me doy más cuenta de que nos estamos perdiendo no ya lo importante, sino lo único que tenemos. Y que lo estamos perdiendo por «moral», «verdades», o cualquier otro eufemismo con el que queramos bautizar la renuncia a lo único a lo que no deberíamos renunciar. Y es esa renuncia es el único sacrilegio posible. De la necesidad de ese sacrificio, de la posible obligación de renunciar a la VIDA, también hay mucho que hablar. Por complicidad, cobardía, comodidad o ceguera, endosarle a la sociedad la culpa de que tengamos que renunciar a demasiada vida me parece, cuando menos, simplista. Y una ceremonia de distracción. La renuncia última, o no, la tiene siempre el individuo.

Quizás, ese más allá que está más acá es al que han accedido artistas de todo tipo, músicos, poetas… Puede que vivir esa realidad, esa libertad, conduzca inevitablemente a una cierta «locura» que, en cualquier caso, estaría bañándose en medio de un océano de esquizofrenia colectiva de renuncia a la Felicidad. Es lo de la educación expandida, pero aplicado a la vida, una vida expandida. Creo que de esa vida, de esa luz, de esos ojos con la luz al fondo, hablaba Nietzsche. De esas entrañas que cantan los Surfin’ Bichos. De esos «viajes interiores» de los románticos. De eso que han traído a la vista, oídos, tacto, los artistas. De todo eso a lo que renunciamos demasiadas veces. Quizás no haya que traerlo de ningún sitio porque en realidad nos rodea a diario, flotando ahí enmedio. Y cuando lo vemos, y nos devuelve la mirada, solamente cuando nos devuelve la mirada, es cuando empezamos a vivir.

La cosa que me gustaría transmitirles, Rubén, es un definitivo sí, un SÍ mayúsculo a ellos mismos. El único sí verdadero. Casi una mística del ahora. Y del aquí. La única. Un disfrutismo.

PD:  no sé si te he repondido, amigo, lo que sí hago es agradecerte muchísimo la pregunta. Te debo una. O varias.

Acerca de Juanjo

Profesor de Filosofía

  1. UF. Voy a releerlo. A por todo el zumo vamos.

  2. No sé si he entendido lo que escribes, o solo lo que leo. En cualquier caso, que difícil me parece fingir ese texto, la conciencia de lo que eres, y del valor que eso tiene entre montañas de estiércol sobre las que crecen, espaciadas, flores brillantes y coloridas, los escarabajos peloteros se afanan construyendo y paseando bolas, y las abejas zumban. La vida. No hemos dicho nada. Espero que sigas siendo feliz hasta el próximo post.

    (tal vez echo de menos un poco de biología en tu reflexión, pero solo explícita, porque implicita está en lo que somos, pensamos, aceptamos, soportamos… disfrutamos)

    Me ha encantado, Juanjo. Volveré a leerlo de nuevo en unos días, a ver si cambio un poco de lo que he leído por otro poco de lo que tu has querido decir. Poco a poco.

    Besos y abrazos de una «fan» sin principio ni final.

    • Yo pa mí que lo has entendido más que perfectamente, y me ha encantado tu comentario, NicolasaQM. Efectivamente el texto es biológico a más no poder, en minúsculas de ciencia pero en mayúsculas de VIDA.

      Y La misma felicidad que te deseo 🙂 No tardaré demasiado en lo próximo. Me siento lanzado, jeje.

      Lo de «fan» no me lo digas que me pongo tonto, más todavía. Pero se agradece, más después de tantos meses.

      Besos y abrazos.

  3. Gorka Fernández

    Coincido con Nicolasa hay que leerlo varias veces para extraer lo mejor de él, me ha encantado «estamos rodeados de remordimientos y miedos, de corsés de todo tipo que ayudan a organizar una sociedad empobrecida a más no poder. Y que a la vez castran sin pudor al individuo» Estoy totalmente de acuerdo y creo que a Rubén no solo le has respondido a su pregunta sino que le has dado el antípoto contra el nihilismo la «vida expandida».
    ¡ Has vuelto con ganas !

    • Gorka, viniendo de ti, que sabes que sabes mucho más que yo, es tooooodo un señor halago. Gracias amigo, ya ves que he vuelto oscurito. Aunque pa mí que es de lo más claro que he escrito en mivida. ¿Ves? ya he dicho «vida» otra vez, jeje.

      Y sí, con muuuchas granas he vuelto.

      Un abrazo.

      PD: Nos veremos por el IEDA este año ¿no? Venga, di que sí, please 😉

  4. Cómo se nota que, desde que te iniciaras en C.O.U., eres un gran conocedor de la filosofía de Nietzsche. A buen seguro que tuviste un excelente profe de Filosofía, no como el que yo tuve, que me sumergió en el buen San Agustín de Hipona y pasó por alto al filosófo alemán (jajajajajajaja). Un fuerte abrazo.

    • jajajaja, tus muelas, mamoncete. Yo lo tuve mejor de Latín, uno, un compañero que me dejaba las traducciones vamos. Te sonará de algo ese tipejo beatlemano 😉

      Un pedazo de abrazo, tío.

  5. La idea de un coloquio infinito de @juanjomunoz y @rubendiaz donde esta es la primera pregunta y el público puede participar sin concesiones a los «protagonistas». Queremos más! :))) y SÍ a todo!!.

  6. Hola J.J. , te he enviado comentarios a los últimos post pero no se han publicado. ¿Podrán estar entre el spam? Un abrazo.

  7. libertad

    Alumno chiquilicuatre

    El labio por el piercing perforado,
    mochila al hombro, a modo de excursión,
    un aire entre chulesco y desolado,
    caída gorra y desmotivación.

    Mas es un as liando el chocolate;
    Si a su novia con doce llevó al catre
    fue solo por amor, no disparate.
    No hay móvil ni licor que no idolatre.

    El muro ajeno alegra con su arte
    y dicen los expertos que así explora
    las vías de expresión de las que parte.

    Si baja a “orientación”, cómo enamora
    con muestras de talento a aquel que imparte
    lecciones de equidad liberadora.

    Don Pasquale
    Pascual Pérez Royo, profesor de Lengua y Literatura

    http://deseducativos.com/2011/03/14/alumno-chiquilicuatre/
    Con estos profesionales tenemos que contar

  8. rosariotemd

    Sofia ha vuelto llorando del instituto porque Matemáticas no consigue superarlas, suspende y es precisamente su tutora la que le imparte la susodicha clase, como conseguir que retome las clases con motivación mañana es mi reto. Leyendo tu comentario acerca de lo que respondes a tus alumnos me quedo con la ultima frase «un SI mayúsculo a ellos mismos». Gracias Juanjo…

  9. ¿Qué pasa?, fue sólo un intento de vuelta o qué?
    Abrazos

  10. Me gusto mucho el parrafo antes y despues de la explicacion, mas que explicar a nietzshe, hablar de el.

  11. Belen

    Tuve la suerte de ser alumna del gran Daniel Innerarity, filósofo que me enseñó a amar a Nietzsche. Y también a entender la dicotomía entre esos dos mundos: apolíneo y dionisíaco. A como gestionarlo fuera de los libros, en el día a día, cuando irrumpen sin permiso ambos mundos ofreciéndote cada uno de ellos, sus mejores galas. El eterno retorno es una constante, pero eso lo desconoces, sobre todo, cuando eres joven y no tienes claro tu camino. Como Emil Sinclair. Porque Demian es la herencia más clara del legado de Nietzsche. Herman Hesse cogió su testigo con esa obra genial que todo estudiante debería leer para entender la obra del filósofo.
    La vida es una lucha contra nuestros propios instintos y de ellos depende nuestra supervivencia.

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