Abelardo Rodríguez Mora

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Desde septiembre de 2005 este mundo es mucho peor. En esas fechas murió Abelardo Rodríguez Mora, enorme poeta, enérgico pintor, genial filósofo, mejor conversador y mi amigo del alma. Veo alguna obra suya en el Instituto Cervantes de Chicago, Bruselas y Nueva York. Recuerdo que solía llamarme «sevillano neoyorkino» por mi insistencia en contar lo que de maravilloso tiene la Gran Manzana. Encuentro varias obras suyas en la Biblioteca Nacional de España y dejo de buscar porque me duele demasiado. Si alguno tiene la amabilidad de enviarme algún dato más, lo agradeceré mucho. Me cuesta mucho buscar a mi amigo en Google. A él, que nunca tuvo ordenador ni falta que le hizo.

Releo sus dedicatorias en los libros suyos que generosamente nos regalaba a los habituales de su «Peña Ponti», que seguimos cantando el himno que nos dejó. Veo en mi casa varios de sus entusiastas cuadros. Me cuenta Carmen, su viuda y mi amiga, que en breve se van a publicar sus obras completas. Poco después de acompañar sus cenizas a su océano, publiqué en la prensa local este texto:

Abelardo Rodríguez vuelve al Atlántico

El 20 de septiembre de este año que nos ve vivir, el poeta Abelardo Rodríguez dejó de hacerlo. Un aneurisma de aorta le dejó recitando un verso suspensivo. Fue un poeta independiente con más de veinte libros publicados, pintor apasionado, polemista impenitente, filósofo educador, observador microscópico de la vida, recitador del alma y “obrero del ser”, como le gustaba decirse. Se ha muerto un amigo, media alma, un hombre bueno, íntegro y generoso, de esos verdaderamente únicos que nos hicieron reconciliarnos con los encuentros, con la palabra.

Nacido en Huelva en 1948, sevillano adoptivo, profesor de Filosofía en el Instituto San Isidoro, poeta receptor de infrarrojos y creador de ultravioletas, fue un hombre del Renacimiento en pleno siglo XXI. El Atlántico empapó su obra y a él volvieron sus cenizas. Siempre reivindicó a Juan Ramón Jiménez y se alejó premeditadamente de la poesía descriptiva, del diario de la aburrida crónica de la nada cotidiana. Conceptual, pero humano, poeta condensado, presocrático versificador pero amigo de las ideas. Fue una vida conversadora y plena, libre, una marea en medio de la calima general, una alegría para la poesía y la pintura. Y el verso y la vida han perdido un hombre y ganan un angelardo. Los homenajes se suceden en Huelva y Punta Umbría, en la que tendrá una calle con su nombre. El vacío que deja ya sólo lo llena el Atlántico. Perdemos un poeta que nos dejó un océano. Y el mar es un líquido amniótico que, como él dijo, no tiene salida. Lo escribió en uno de sus versos: Sólo cuando caen al mar comprenden los pájaros el vuelo.

No puedo seguir. Volveré a hablar sobre él, porque por personas así es por lo que merece la pena vivir. Imagino su cabreo si viera cómo sigue la cosa. No te preocupes, amigo, aquí seguimos algunos protestando por ti.

Acerca de Juanjo

Profesor de Filosofía

  1. Manuel Sanz

    Murió, pero quedó en nuestro recuerdo, en nuestro corazón, que es lo importante. Raro es el fín de semana que la «Peña Ponti» no le recuerde, siempre sale a relucir cualquier ocurrencia de nuestro querido Abelardo. Con él no era posible el aburrimiento, eterno conversador, provocador, ponía la vida en todo lo que decía. ¡Qué gran tipo! ¡Abelardo, cuánto te echamos de menos!

  2. Has rizado el rizo, Juanjo.
    No tuve la suerte de conocerlo , aunque una vez lo ví recitar en nuestro instituto…pero al leer tu sentido homenaje es cómo si me doliera por dentro.
    No he podido dejar de pensar en esos grandes seres queridos y especiales que hemos perdido prematuramente. Sí, de verdad duele. Lo has bordado, tengo que reconocerlo.
    Manuel.

  3. GARUM

    Yo no conocí a Abelardo Rodríguez…

    Tan sólo he tenido el privilegio de conoceros a vosotros y… debería pensarme a ver con qué gente me «junto»… Algo que siempre me a merecido «la pena…»

    Aunque siempre andemos por la vida con «prudencia» siempre deberíamos considerar lo que nos «acecha» tras la valla (muerte…?)

    Me gustaría que siempre podamos ser NOSOTROS…?

    Quiero dejar un pensamiento, es decir «otra cagada»… (mi cerebro no da para más…)

    Hace tiempo (¡joder! parezco un abuelo) Escribí algo que me impresionó… (estaría borracho o algo asi…)

    Entre «comillas»…

    «Hace falta arremangarse el cerebro
    hasta los codos del entendimiento.

    Dejando al descubierto
    el poderoso brazo de la emoción.

    Para mirar hacia adentro
    hay que desnudar algo más que el brazo,
    sobre todo hay que desnudar la mirada.

    Una mirada tan desnuda
    que provoque el pudor en el alma,
    que sonroje hasta la última célula de tu pensamiento.

    Ante una mirada desnuda,
    no harapienta, realmente desprovista de todo,
    podremos ser nosotros mismos.

    Y hará brotar lágrimas de alegría,
    en nuestros ojos perdidos de la memoria.

    Así me vi en tu mirada, tal como soy…»

    Sin comentarios… Por favor…

  4. Muchas gracias a todos. Un amigo merece este mínimo homenaje y mucho más. De vez en cuando recordaré por aquí algunas de sus maravillosas ocurrencias, poemas y cuadros.

    Garum: como pides que no haya comentarios no te diré que me ha parecido fantástico el poema.

    Saludos.

  5. Fernando Ponti Jr.

    Me enorgullece profundamente decir que conocí personalmente a Abelardo. Sus charlas en el Tremendo eran provocadoras pero geniales.
    Un hombre que sabía cómo y cuando llamar tu atención. Un sabio. De maneras toscas pero, sin duda, muy profundo de pensamiento.

    Le dedico un eterno brindis a una persona que significó, significa y significará mucho para mi.
    Gracias Abelardo.

  6. Ramon Pareja

    He estado mucho tiempo fuera,el tiempo justo de perder el contacto.
    Lo he sabido a traves de internet,un
    instrumento al que tu eras reacio.
    Lloro maradentro y llorare aún mucho
    tiempo,y a mi pequeña Alba,a la que le dedicabas cartas y poesía aprenderá tu nombre,el de mi amigo,
    al que nunca olvidaré.
    Ramón

  7. Pingback: Feliz vida entera: con racimos de luz « Efervescente2H

  8. Ana Rodriguez Mora

    Quiero comunicarte, hermano, que tu Punta Umbria del alma te ha dedicado «Un pequeño rincon» con el nombre de «Calle Poeta Abelardo Rodriguez Mora», y por tal evento, nos queremos reunir tus amigos, y tu familia, para hecerte un pequeño homenaje, con motivo tambien de tus muy cercas 60 cumpleaños.
    Hemos pensado convocarnos el dia 17 de Mayo de 2008 a la una de la tarde en la puerta del Ayuntamiento de Punta Umbria, y despues partir para la calle aue esta detras.
    Sera una reunion expontanea y breve donde el que quiera te dedicara una composicion y Juan Luis Villegas tocara la guitarra para amenizar las lecturas.
    Te echo mucho de menos. Te quiero mucho. ANA

  9. Ana: iremos con su Carmen el próximo sábado 31, sus amigos de su Peña Ponti, a su recién estrenada calle. Me pidió Carmen que le leyera un texto, que ando escribiendo. Lo echamos de menos, y mucho. Más de una entrada tengo aquí en borrador con poemas suyos. Era único. Aún nos parece verlo llegar con la mano izquierda en el bolsillo, riéndose desde lejos con la última «maldad» que se le había ocurrido.

    Un abrazo.

  10. Pingback: Abelardo Rodríguez Mora: un amigo, una calle « Efervescente2H

  11. Manuela Gallego

    Una vez en clase de ética dije que me molestaba el tabaco y que si se fumaba yo no asistiría ,ordenó apagar los cigarrillos …al año siguiente me dio filosofía y onda su voz ronca me dijo:señorita está usted mejor de su asma?? Jaja un gran tipo con memoria de elefante.

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