La de historias que pueden a veces pensarse con solamente una pintada y una foto. La cantidad de cosas que se nos pueden decir sobre esta sociedad de buenos y malos que vamos haciendo. Son historias en vertical, probablemente menos planas que muchas de las habituales que nos contamos por otros medios. Comienzo con esta una serie, y hasta una categoría de este blog. «¡Qué salvajemente buena!», comentó Zifra cuando enseñé esta de arriba. Y en su comentario estaba uniendo, acertadísimamente, dos palabras que a veces separamos demasiado. ¿Y esa sospecha de impostura que se esconde detrás de esta pintada?. ¿Y las otras imposturas? No he dicho nada, no. Esta noche no es tan buena. O al revés, justo al revés.
Foto «Comisaría», en el Flickr de Heart Industry, bajo licencia CC.
EFERVESCENTE2H 
Dices: «estaba uniendo, acertadísimamente, dos palabras que a veces separamos demasiado.»
¿Eres partidario del «buen salvaje» en alguna de sus versiones?
Prefiero a Caballo Loco que a George Armstrong Custer. Pero iba más bien por lo salvaje puede ser bueno que por lo salvaje es lo bueno. Aunque quizás me quede con todas las versiones. No sé.
De hecho, me has recordado al blog de unos amigos: http://plantarte.blogia.com/
Gracias, Lola, me dejas un regalo, aunque sea Navidad 🙂
Una tilde bien colocada cambiaría bastante el significado de la frase.
Ostras, no lo había pensado. Venga, sigo entendiendo «comisaría». Muy sutil.
uff, se me ocurren de historias que pudieron ocurrir esa noche tras la pintada…
Jugaría 3 contra 1 a que la cosa acabó en:
… botellón?
jajaja, muy bueno serenuszteib
Serenuszeitb, supongo que te refieres a la Feria de Sevilla, a los San Fermines, a otra fiesta local… ¿o a otro tipo de botellón?
Cualquiera puede ser… pozuelo de alarcón
O algún pleno municipal de los de recalificar terrenos. Lo mismo es la pintada de algún concejal.
… esos usan papel con membrete.
Cuestión de detalle:
¿Esa pintada está firmada?
¿Es una firma lo que hay debajo del texto o es una granada de mano?
¿expresa un deseo o una premonición?
Un abrazo.
Otro para ti, Juan. Siempre tan atento 😉
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