Desvergüenza en y de la escuela concertada

«Si no quisieran pagar, no pagarían. Pero entonces, cada dos por tres, a su hijo tendríamos que entrar en clase y decirle: a ver, esta hora de inglés, fuera. Tú sólo puedes estar en esta parte del patio, porque todo lo demás se paga con todo el resto de la aportación». ¿De qué hablo? De la desvergüenza y sinvergonzonería de unas escuelas concertadas que puedes ver en el breve reportaje, emitido en Las mañanas de Cuatro, que tienes aquí debajo y que me encontré, yendo de un sitio para otro, en El ojo del tuerto. Malditos sean, unos y otros partidos políticos, que han consentido este tipo de discriminaciones asquerosas. Y cobardes los que, ahora en el gobierno, no se atrevieron en su momento a apostar de verdad por la escuela pública y laica. ¿Ministerio de Igualdad? Aquí tenéis trabajo para defender la igualdad…

Acerca de Juanjo

Profesor de Filosofía

Un Comentario

  1. Joer! Los de la Mafia son unos aprendices al lado de esta gente.

  2. En esta comunidad autónoma lo sufrimos de manera sangrante. ¿Cómo se puede hablar de igualdad de oportunidades, de inclusión, de escuela moderna, bla, bla, bla, y mantener un sistema sostenido con fondos públicos en el que hay tanta desigualdad y tan poca vergüenza?
    Lo siento, se me ha girado la bilis.

  3. Javier García Calleja

    Creo que todo debe ponerse en su término.
    Parto de que doy clase en un centro concertado. Y que he sido parte del equipo directivo, por lo que sé de lo que hablo.
    Parto también de que sólo sé y puedo hablar de mi centro. No conozco otro. Quizá los que han hecho el reportaje conozcan todos y se pueda generalizar. No lo sé. Yo no me atrevo. Por otra parte no voy a ser insultante. En mi centro ( en otros no lo sé) no somos la mafia. Por cierto la escuela pública no es el coco. Ni tampoco la mafia. No me atrevo a insultar como otros sí hacen.

    El dinero de los conciertos tiene dos componentes:
    1.- El salario del profesor que se le paga directamente desde la autonomía correspondiente a su cuenta de ahorro.
    2.- El dinero para manteninimento de infraestructura y aulas: lease limpieza, electricidad, iluminación.
    Este dinero se entrega al centro.
    Sencillamente este dinero no cubre gastos: es algo reconocido por la administración, se puede ver hasta en la redacción de la Loe, donde se dice que se buscará la forma de solucionar este hecho.
    Es un hecho no llega a cubrir gastos.
    Otro hecho: el coste para la administración de cada plaza escolar es, en mi autonomía, aproximadamente la mitad en una escuela concertada que en una escuela pública.
    En esto influye el hecho de que tenemos salarios menores y que el dinero que se destina a otros gastos por puesto escolar como ya he dicho es insuficiente. Repito que esto está reconocido públicamente por la administración central.
    Además no se paga el posible gasto en conserjes o secretaría y administración.
    ¿De donde debe salir este dinero? Si se considera que la escuela debe completamente gratuita al ser concertada y sostenida por centros públicos yo estoy completamente de acuerdo. Pero debe estar realmente sostenida por los fondos públicos.
    Como esos fondos no son suficientes (¿debo insistir en que es algo reconocido?), en muchos centros se ha optado por pedir colaboración a los padres en forma de donación. En el mío también. Vienen pagando 50 euros mensuales el 90% de las familias. ¿Quién no paga? El que no quiere (se solicita consentimiento y en verdad es voluntario a todos los efectos) y el que no puede que pese a lo que se dice también hay. Hay también familias que pagan menos cuota ( y otras a las que se les regalan los libros, todo hay que decirlo).
    Los profesores como no puede ser de otra forma desconocen quién paga y quién no. Y todos los alumnos difrutan en igualdad de condiciones de las instalaciones del centro.
    ¿Obramos mal? No lo sé. sé que sin esa contribución el centro no podría mantener su funcionamiento. Sólo la empresa de limpieza cobra más al mes de lo que se nos asigna para el mantenimiento global del centro.
    Sin ese dinero el centro cerraría: 1010 alumnos/as irían a otro centro ( quizá es eso lo que se busca ) y 70 profesores/as nos iríamos a la calle. (¿Es eso lo que se pide al pedir el fin de los conciertos? Pues entonces sed claros).

    Todo esto me ha salido porque no creo que debamos generalizar y unos pocos sinvergüenzas abusen (como parece que se ve en el vídeo) de un sistema que creo que ha sido imprescindible ( quizá hoy día no) para asegurar el 100% de la escolarización.

    Espero no haber molestado ni aburrido a nadie. No era mi intención.

    • Libertad

      «…¿Obramos mal? No lo sé. sé que sin esa contribución el centro no podría mantener su funcionamiento…. »
      Sí que obráis mal. No podéis enfrentar a los padres a la decisión de si pagar por tus hijos como todos los demás o no. La educación es gratuita y eso solo tiene una interpretación. A vuestro patrono, se supone la Iglesia católica, le conviene el negocio aunque pierda dinero. No puede renunciar a su último e importante recurso de influencia social. Sois los culpables de que el estado, por ahorrarse dinero, renuncie a cumplir su obligación de ofrecer a toda la población un sistema público de educación no sujeto a dogmatismo ni a publicidad religiosa.
      En tu colegio ¿cuantos niños optaban por no recibir la catequesis de la asignatura de religión?

  4. Pues muy sencillo, como que no haya ningún centro concertado. Como pasan tantas penalidades… Por cierto, a Javier García Calleja nos contó toda la parte «más dura» de la escuela concertada, de lo de la forma de acceso y esos sufrimientos sin importancia que muchos/as hemos tenido que pasar no ha dicho nada, ¡curioso!

    En mi opinión, la escuela debe ser pública totalmente o privada totalmente, eso de ser privado para lo que me interesa y público para lo que me conviene…. Además, los alumnos y alumnas de esa escuela privada totalmente deben pasar luego unos exámenes que garanticen que los títulos no se han conseguido a golpe de talonario porque si no… Lamentablemente, conozco ya casos que no tuvieron que dejar carreras en la universidad pública pero que gracias a 10.000 euros anuales de matrícula en algunas privadas están sacando notazas en sus carreras de la privada.

    En cualquier caso, como estamos en un mundo que todo se compra y se vende, pues también los títulos. Si al final el dinero lo puede todo. Pero acaso no pasa eso en la ONU y esas supuestas instituciones creadas para garantizar la justicia y la igualdad. Si es que al final todo es lo mismo.

    Saludos, Montse

  5. Javier García Calleja

    Coincido que todos los centros, públicos y privados debemos pasar pruebas externas que garanticen la nota. (así mis alumnos no se irían del centro cuando dicen que en otros sitios, institutos incluídos, sacan mejores medias). Me vale cualquier examen externo, incluso la PAU.

    La forma de acceso a la enseñanza pública… pues es demasiado dura e incluso no muy justa. Los vaivenes de los profesores de un centro a otro son conocidos para mi ( mi hermana es interina ). Son un suplicio. La falta de estabilidad en el claustro es un problema para la calidad de los centros.

    Nunca he dicho ni que seamos mejores ni que seamos peores.
    Sólo he querido decir que no todos los centros funcionan como el del documental (algunos son hasta honrados)

    Podría hablar de casos de centros públicos y de conductas de algunos directivos públicos que son de juzgado de guardia. Pero no por esos casos soy menos consciente de que muchos de los profesionales de la enseñanza pública son personas plenamente dedicadas.

    Lo cierto es que cuando en España no había suficientes centros públicos para cubrir la demanda educativa el estado optó por los conciertos.
    Ahora parece que somos los malos de la película.

    Que no hay calidad en el sistema público porque robamos los recursos. ¡Seguro que somos los únicos responsables…!
    Si el sistema concertado desapareciese y todos los alumnos fuesen al sistema público, no por ello sería mejor (a lo mejor lo que queremos es igualarnos por lo mínimo)

    No parece una evidencia directa que los profesores de la enseñanza concertada seamos malos profesionales porque no hemos pasado una oposición.
    O que todos seamos unos desvergonzados en nuestro trato personal (por ejemplo intuyo que a esto se refiere Montse cuando habla de las notas ganadas a golpe de talonario) o colectivo (como los de los colegios del video de Cuatro).

    Puede hacerse, es una decisión política, el suprimir todos los conciertos.

    Ahora bien, si mi centro es el mejor centro educativo de mi localidad ¿es justo que sólo puedan tener acceso a eĺ la gente con recursos económicos?
    Es uno de los mejores como atestiguan pruebas externas y la opinión de los inspectores de los planes de Calidad de la dirección provincial, que de hecho quieren meter a toda costa a sus hijos en el centro saltándose incluso el proceso de selección…¿porqué tendremos en cada clase un par de alumnos de hijos de profesores de la enseñanza pública? Yo llevo a mis hijos a mi centro, porque creo que es el mejor. Quizá ellos podrían hacer lo mismo con su centro.

    No quiero, de verdad crear polémica ( pienso que vosotros sí -que por cierto tenéis derecho- ).
    Sólo decir que las generalizaciones son SIEMPRE falsas. Y no todos funcionamos igual.
    Gracias.

  6. Trabajo en un centro público, hace ya que superé las oposiciones. No creo que la existencia de la escuela privada, ni de la concertada, afecten negativamente al sistema educativo español -al contrario, creo que si la educación privada-concertada desapareciese la educación pública acabaría ya por hundirse en la miseria absoluta (la competencia, las referencias, son necesarias; permiten la autocrítica). Son las deficiencias de la educación pública las que encumbran a la privada. La estrategia de la privada es ofrecer aquello que no ofrece la pública, pues nadie pagaría por lo que puede tener gratis. Yo pertenezco a la pública, y pediré por la mejora de la pública. No por la supresión de privadas ni conciertos.

    Feliz 2009

    • asier

      Yo trabajo en la concertada y coincido con lo que aquí dices. Lo que hay que mantener es el SERVICIO EDUCATIVO PÚBLICO (y eso incluye a la escuela pública y a la concertada).
      Estos abusos que aparecen en el vídeo son insultantes para todos.
      El problema de tenerlo todo GRATIS es que también se pueden cometer abusos…, transporte gratuito, comedor gratuito, instalaciones inmejorables… ¿Dónde están los tramos de renta?

  7. Javier García Castillejo, comparto contigo muchos de las razones que has esgrimido. Hay bueno y malo en todos sitios. Yo únicamente quería poner de manifiesto que trabajar en la concertada tiene sus inconvenientes pero también tiene sus ventajas. Por otra parte, como tú has dicho, es una opción política, y la mí es todos los colegios públicos y si hay alguno privado que lo sea al 100%. Y estoy contigo, si yo tuviera hijos querrían que estudiaran en mi centro. Al menos, conmigo estaría contenta como docente, ¿no? jajaja. Allá cada cual con lo que piensa pero para unas cosas funcionar como los públicos y para otras como los privados me parece cuanto menos contradictorio.

    Feliz 2009 a todas/os. Y que cunda la polémica, no sé por qué la gente le tiene tanto miedo, gracias a ella se argumenta a favor o en contra y se trata de convencer que no de vencer.

    Saludos, Montse

  8. Por cierto, al hilo de esto, también me parece contradictorio e inaceptable que ciertos funcionarios (entre ellos los docentes) tengamos derecho a elegir entre medicina pública o privada mientras que el resto de trabajadores pagan obligatoriamente la pública y si quieren la privada tienen que pagarla aparte. Y lo que ya me parece vomitivo es lo de aquéllos y aquéllas que optan por la privada para no evitar listas de espera, juntarse con la «plebe», etc., pero luego tienen la cara de ir a que les atiendan en la pública cuando les conviente. Y haberlos haylos y encima se jactan de ello, se creen muy «listas/os». En fin, la coherencia que no abunda mucho.

    Más saludos, Montse

  9. Pues aunque no le guste a Javier, lo que se ve en este reportaje son comportamientos mafiosos. No es porque se exija un pago que no se puede exigir, sino porque se hace por medio del chantaje, la coacción y el engaño. No estoy ducho en leyes y desconozco si esto puede considerarse un delito, pero espero que alguna vez sea así.

    También desconozco de qué forma se piden estas «aportaciones voluntarias» en otros centros concertados como el de Javier. Pero lo que sí es cierto es que es ilegal e ilegítimo exigir y percibir ningún tipo de complemento por una enseñanza y unos servicios que deben ser gratuitos y que ese tipo de irregularidades deberían ser convenientemente sancionadas con la correspondiente multa o incluso con la pérdida del concierto. Si los inspectores de los que habla Javier cumplieran con su trabajo, en lugar de hacer tanto «la rosca» denunciarían la situación de su centro.

    Pero no nos confundamos. Los perjudicados aquí no son las familias que se ven obligadas a pagar por algo que debería ser gratuito, sino que este tipo de «impuestos especiales» se utilicen como filtro selectivo para mantener alejados de los centros a los alumnos más complicados: inmigrantes, minorías étnicas, etc, etc. Que además se haga en nombre de un «ideario cristiano» es ya una desfachatez absoluta.

    En los centros públicos también nos gustaría tener mejores instalaciones y servicios, pero cuando se nos acaba el presupuesto no podemos pedir ningún tipo de «aportación voluntaria» a nuestros alumnos. Con una doble financiación -la del estado y la de los clientes- algunos colegios concertados, además de seleccionar a su alumnado, obtienen una ventaja competitiva ilegítima e inadmisible. Y de eso también es beneficiario su profesorado. Así es muy fácil hablar de calidad.

    La escuela concertada no roba recursos al sistema público, pero no se puede tenerlo todo. Si para la administración el coste medio de cada plaza escolar es mayor en la escuela pública que en la concertada ¿no será porque la red concertada no opera en zonas rurales en las que hay que mantener escuelas para 5 alumnos/as? ¿no tendrá algo que ver el enorme gasto en transporte escolar que es necesario en una comunidad con tanta dispersión geográfica?

    Las familias con pocos recursos tienen opción a becas para poder cubrir gastos en libros y material escolar. Así que este no es motivo para cobrar una cuota a las demás familias. Y en Castilla y León los centros que escolarizan a alumnado con Necesidades Educativas Especiales o Necesidades de Compensación Educativa reciben una partida económica adicional con cargo a programas de la Consejería de Educación.

  10. Javier García Calleja

    ¡Que bueno es hablar y pese a las diferencias poder llegar a puntos de acercamiento!

    Un muy feliz 2009

  11. Javier García Calleja

    No había leído el último comentario de Luis Barriocanal.
    Quiero comentar un par de cosillas:
    El solicitar una aportación adicional siempre y cuando sea real y estrictamente voluntaria es legal puesto que así se han manifestado los tribunales.
    No es una forma (puede serlo si no se hace bien) de excluir a ningún alumno: recuerdo que en Castilla y León la escolarización la hace la administración y es la administración con sus sistema informático la que decide que alumnos/as entran en un centro sostenido por fondos públicos (¿en el tuyo no es así, Luis?). Por lo tanto ese filtro no existe. Y si realmente esa aportación es voluntaria -realmente voluntaria- el que no puede pagar, no puede. Y listo.
    Si te sirve de ejemplo en secundaria este año hemos escolarizado como nuevos alumnos/as a 13 inmigrantes con bajos recursos. Han entrado en el proceso de adminsión, tenían más puntos que otros en algún caso y en otros símplemente quedaban plazas disponibles.
    El único motivo para pedir un «dinero a mayores» repito es que el modulo de concierto NO cubre los gastos, como reconoce -lo he escrito varias veces- la propia administración.

    Y un hecho cierto: si mi escuela concertada no funciona bien, tendré menos alumnos. Es lógico. Si tengo pocos alumnos se cerrarán unidades de concierto, como todos los años está pasando en muchos sitios.(Sé que también en la pública).
    Si se cierran las clases me quedo sin trabajo.

    Pregunta capciosa-mafisosa 😉 :
    Si soy funcionario y no puedo perder el puesto de trabajo salvo que haga una barbaridad, y no soy un profesor muy motivado…¿moveré el culo para que mi centro sea mejor?
    Cuando voy a reuniones de calidad en la dirección provincial veo quejarse a muchos directores de la pública donde con 80 ó 90 profesores en claustro sólo se implican en mejora de centro 5 ó 6.
    En mi centro de los 70, estamos en calidad 50 (aunque no lo creáis, esos veinte que faltan están fuera de forma voluntaria, no quieren y nadie les coacciona)

    Creo que la competencia mueve el culo de los mediocres.
    Los que somos buenos como vosotros y como yo nos movemos solos, pero ¿quién motiva a un profesor mediocre-malo para que mejore? No hay nada como la necesidad.

  12. El mecanismo de selección existe, Javier. Lo hemos visto en el reportaje. Y en tu centro también existe si cobráis una cuota aunque sea voluntaria. Las familias lo saben antes de solicitar plaza o de renovar la matrícula.
    En Castilla y León la admisión la hacen los centros teniendo en cuenta el baremo que da la administración, que yo sepa. Aunque para el caso es lo mismo.

    De las trampas de los programas de Calidad ya hablaremos en otro momento. No quiero desviar la atención.

  13. Tratar de vomitivo la elección de una compañía médica es …………..

  14. Serenus lee bien que no he dicho eso. Me tienes ganas, eh?

  15. Es posible que me equivoque, pero no suscribo en absoluto las presentaciones más o menos maniqueas de la enseñanza «oficial» enfrentándola a la «no oficial»… No me gusta el uso que se hace del calificativo «público», equiparándolo con lo «oficial» y creo que mi «gusto», en este caso, tiene sólido fundamento lingüístico.
    Es cierto que está de moda este tipo de enfrentamiento, pero me parece que no presenta la realidad.
    Mi experiencia de la enseñanza no oficial es ya antigua (más de 20 años), pero puedo dar fe (si a alguien le importa) de que los tan cacareados «manejos» de todo tipo no los he vivido (y ocupé cargos de cierta responsabilidad). A lo peor, la cosa ha empeorado… No lo sé. Mis hijos se han formado en la enseñanza oficial, me alegro de ello y ellos también, pero eso no quita para que en ese sistema de enseñanza sea de fiar… De fiar son algunas personas (tanto en la enseñanza «oficial» como en la «no oficial»), como de «poco fiar» son también personas (de ambos sistemas).
    ¿Qué me dicen de esas oposiciones a «profesores titulares de universidad» en las que, de repente y contra toda norma, aparece alguien «a hablar» con las personas del tribunal y, milagrosamente, sale «elegida» una determinada persona (podría dar nombres y apellidos, universidad, facultad, etc.)? ¿Qué me dicen de aquel otro tribunal de otra facultad en la que uno de los miembros del mismo (de facultad ajena), al acabar el tinglado, felicita a quien no había sacado la plaza, diciéndole que «comprenda» y que a la próxima seguro que «la saca»? ¿Qué me dicen de aquella otra institución universitaria «oficialísima» en la que, mientras su rector se desgañita en la prensa pidiendo dinero, alguno de sus secuaces se gasta sin control el mismo en «papel de 90 g» para que salgan monas unas presentaciones con datos estadísticos «finos» (imaginen una encuesta en la biblioteca de una facultad cuyos datos estadísticos reflejan… lo opinado por 10 personas)? ¿Qué me dicen de aquella facultad universitaria (distinta de las anteriores) dirigida efectivamente por quien se mantiene en la sombra? ¿Qué me dicen de esos ritos por los que un doctorado «tiene que invitar» a quienes ya cobran sus dietas etc.? ¿Qué me dicen de esas especiales circunstancias que hacen que, entre despacho y despacho, se cambie el orden de selección de candidatos? ¿Qué me dicen cuando un director de departamento universitario «oficialísimo» te dice que, en efecto, para entrar allí no viene nada mal algún empujoncito?… Podría seguir un buen rato.
    Pero esto no sale en Cuatro… ni en A3, ni en ningún otro sitio.
    Y todo muy «oficial», con sus funcionarios y todo.
    No obstante, todo esto es pura casuística. Sería aventurado e injusto generalizar… como es aventurado e injusto generalizar en relación con la enseñanza «no oficial»…
    En fin, reconozco que lo que digo no es más que una opinión, pero les aseguro que los datos que menciono son absolutamente ciertos.
    Un saludo a todos.

  16. Pingback: A pagar y a dar religión. — Entizado

  17. No quisiera yo alejarme del tema de este post, que está encerrado en los problemas que se ponen de manifiesto en el vídeo.

    Primer problema: el pago de unas tasas por lo que, según la ley, es la Enseñanza Secundaria Obligatoria, que debido a su naturaleza es gratuita. Nuestro compañero Javier nos ha expuesto la situación de su centro, y estoy de acuerdo con él en no generalizar, extendiendo el criterio de malas prácticas a todos los centros privados-concertados. Esa realidad no la conozco, mas tengo que conceder que habrá centros que cobran por la enseñanza obligatoria y gratuita y otros que no.

    Segundo problema: la Religión obligatoria. Me ceñiré a lo que aparece en el vídeo. Esto sí que es intolerable. Porque, si bien lo primero es dinero (que no digo yo que no sea importante, sobre todo para el que no lo tiene), lo segundo es opción moral, ética, ideas de uno mismo. Y, además, está igualmente en la ley cuál debe ser el plan de oferta de los centros: deben ofrecer una materia alternativa a la Religión. Esto sí que es para mí una auténtica desvergüenza que no se haga.

    Por cierto, imaginemos por un momento que una familia con escasos recursos económicos cambia de domicilio. Imaginemos que el I.E.S. de la zona está completo en el nivel a escolarizar al/a la alumno/a en cuestión (2º. de E.S.O, pongamos por caso). Imaginemos que en la zona hay un centro privado-concertado con plazas pero que la familia no se puede permitir el pago de lo que le pide ese centro. En el I.E.S. le dicen a los padres que no tienen plazas, en el colegio privado-concertado que tienen que pagar 156 euros mensuales. ¿Qué haría el Inspector de Educación de zona? ¿Ordenar una «escolarización sobrevenida» (más de 30 alumnos/as en la clase por necesidades de escolarización) al I.E.S, o denunciar al colegio privado-concertado?
    Pero, ¿y si esa familia se puede permitir los 156 euros mensuales pero resulta que es una familia atea o agnóstica o budista o animista o de cualquier otra religión diferente a la católica, pero en el centro privado-concertado le dicen a los padres que la asignatura Religión Católica es obligatoria porque está en el ideario del centro?

    Perdón por este acercamiento al absurdo que se me ha ocurrido sobre la marcha. Son supuestos de debate, por si alguien quiere entrar el trapo. Ddisculpa, J.J., por montarte debates paralelos, es que me estaba acordando de las misas, algunas bastantes «extrañas», por cierto, a las que me obligaron a asistir en cierto colegio. Alguien por aquí sabe a lo que me refiero. 😉

  18. Me gusta el debate planteado en este post y me gustaría dar mi opinión al respecto.
    Querido Javier, mi mujer trabaja en un centro concertado desde hace 15 años y yo lo he hecho también; conozco amigos que lo hacen y el vídeo de Cuatro no hace referencia -desgraciadamente- a casos aislados: las prácticas existen. Como dices, no se cubren gastos -curiosamente- pero, al menos en Madrid, existen contrapartidas: el alumnado con necesidades educativas o inmigrante se escolariza mayoritariamente en la Escuela Pública, se conceden unidades de Infantil, ESO y Bachillerato a la enseñanza concertada mientras que se cierran o no se crean en la pública (este año hemos perdido un grupo en Bachillerato y cuatro en la ESO sin descenso de matrícula!!!!); se regala suelo para la construcción de centros concertados y, finalmente, en el caso más sangrante, se privatizó el pasado año un centro público en El Álamo, un único caso, ciertamente.
    El profesorado de la enseñanza concertada trabaja más sin ninguna duda, cobra menos y tiene que soportar la presión de sus respectivos dueños, algo que no es baladí. Tienen peores condiciones laborales y «voluntariamente» tienen que realizar todo tipo de extras a su trabajo, eso hay que decirlo también. Al igual que en la Escuela Pública, hay buenos, regulares y malos profesores. No hay duda.
    El tema es que si los centros concertados deben estar financiados por el Estado, entonces, deben estar fiscalizados en su gestión también como los centros públicos. Respetando el ideario, la gestión debería ser igual para todos los centros sostenidos con fondos públicos, algo que hoy no es así. En demasiadas ocasiones se confunde titularidad con arbitrariedad sin que se conozca, todavía, que la Inspección Educativa haya hecho algo al respecto.
    Por otra parte, creo, además, que en algunos aspectos la Escuela Pública tiene mucho que aprender de la concertada. Trabajan muy bien la relación con las familias en todos los aspectos, algo que echo de menos en la Pública en la que nos preocupamos poco por la percepción social de lo que hacemos y en demasiadas ocasiones, el conformismo deriva en mediocridad. También deberíamos cambiar la idea de que Público y de nadie es lo mismo y empezar a profundizar en el concepto de servicio público de calidad, pero como decía Luis, ese es otro debate.
    En todos los sitios cuecen habas, desde luego.
    Feliz y polémico 2009, faltaría más.

    PD. No creo que el debate sea Pública vs Concertada. El debate es Calidad vs Mediocridad, pienso.

  19. Suscribo, una por una, todas las palabras de Víctor. Y me preocupa que esto se convierta en una tendencia que acabe en un futuro donde la concertada sirva a las clases medias y la pública a todos los que estén por debajo de ese estándar (económico, social, académico, ideológico) que se denuncia en los vídeos.

  20. Algunas observaciones y/o contribuciones al debate:

    Los centros concertados existen en este país por varias razones, una de ellas, efectivamente, es que cuando se hizo el esfuerzo por escolarizar a la mayor parte de la población no había centros públicos suficientes y se recurrió a los privados; pero los centros privados quisieron los conciertos y consiguieron que los legisladores los redactaran de tal manera que ahora resulta muy complicado que algún centro pierda el concierto educativo. Es más, muchos centros que han solicitado ser concertados y las administraciones no se lo concedieron, recurrieron dicha decisión administrativa y lo ganaron en los tribunales de justicia, exigiendo indemnizaciones de carácter retroactivo a cargo de los fondos públicos. De modo que la inmensa mayoría de los titulares de los centros concertados están encantados con la actual situación y no se les pasa por la cabeza renunciar al concierto.
    Aún así, hay dos hechos más que bajo mi punto de vista explican la existencia de estos centros educativos: la primera es que se han convertido en un poder fáctico que llega incluso a implicar, de alguna manera, en sus proyectos a personas de mucha influencia en la vida pública del país (por eso se recibe la llamada de un senador a la oficina de una comunidad autónoma preguntando por el concierto de tal centro, o por eso se hizo fiesta cuando aquel centro educativo ganó la demanda interpuesta en los tribunales, a la que asistieron políticos, abogados, jueces, empresarios, etc.); la segunda cuestión que los mantiene es el mal funcionamiento de la escuela pública, que fuerza a las familias a buscar solución en los centros concertados, aunque tenga que pagar por ello.
    Otros dos aspectos a tener en cuenta para entender la actual situación es que los centros concertados no son entidades aisladas, sino que están perfectamente organizados y con sus equipos de abogados detrás, defendiendo más conciertos y mejores condiciones económicas e cada nuevo ejercicio fiscal (FERE, CECE, etc., son algunas de estas organizaciones empresariales). El otro elemento es el papel que juegan los representantes sindicales que asisten a las mesas de conciertos que, como no puede ser de otra manera, están del lado del titular del centro y haciendo frente común contra la administración educativa (representantes sindicales de CCOO, de UGT, etc., no sólo de sindicatos específicos del sector como los religiosos).
    En este campo de acción es fácil entender que casi hay unidad de acción de los centros concertados, tanto frente a la administración educativa, como frente a las familias o al profesorado, que, efectivamente, recibe el ingreso de su nómina en su cuenta corriente salvo que sea religioso/a, que en ese caso se ingresa en “la cuenta de la orden” y luego ya… Por todo ello, “los abusos” se dan, pero son consentidos por todos, empezando por las familias (si no veamos cuántas denuncias se presentan por estos “abusos” y las pocas presentadas rara vez tienen éxito), y pasando por todo el cuerpo de inspectores de educación, direcciones generales completas, consejeros de educación y presidentes de gobierno de autonomías, etc.
    Quiero destinar un último párrafo al tema de las instalaciones y los apoyos educativos, que un poco “justifican” el pago de esa cuota mensual y “voluntaria”. Efectivamente, un gran número de centros concertados tienen mejores instalaciones que los centros públicos, pero también es cierto que se siguen concediendo conciertos educativos a titulares de centros cuyas instalaciones no reúnen los mínimos exigidos por la legislación: hablo de espacios de recreo, escaleras, baños, etc. En cuanto a los apoyos educativos, igual que las instalaciones, es una cuestión en la que la escuela pública, tal y como la entienden nuestros políticos ahora, no puede competir, porque los centros concertados cuentan con estos ingresos extras que les permiten ir siempre por delante.
    Para no aburrir con esta exposición, tal y como están las cosas que he pretendido dibujar aquí, creo que sólo hay un camino que evite lo que el post denuncia sin que se atente contra los derechos de nadie: que la escuela pública mejore de tal manera que las familias no duden a la hora de elegirlas para sus hijos. Y ese camino, como se sabe, es de muy largo recorrido.

  21. No todo es oro

    Llegamos a España hace 2 años y medio. Mi hijo mayor ingresó a un colegio público. El menor, con ayuda, fue aceptado en la guardería privada de un colegio concertado. Al año siguiente reunimos a los dos niños en el colegio concertado. Lamentablemente, me he encontrado con personajes muy oscuros, de otras épocas. Quizá hayan encontrado nuevos espacios desde donde actuar con absoluta impunidad porque los organismos a cargo de controlarlos no se ocupan y porque la avidez de los padres por apuntar a los niños en un colegio que no sea público, a cualquier precio, y a veces el costo no se trata simplemente de dinero, los engrandece. Tristemente me he dado cuenta que las cosas que pasan en los colegios públicos, no es que NO pasen en los concertados, si no que no nos enteramos. Las asociaciones de madres y padres, generalmente, son virtuales… Los padres estamos atomizados y parece que las circunstancias que sufrimos son únicas y excepcionales. aunque no sea asi. Cuando informé mi decisión de denunciar, el director de estudios me aconsejó que tuviera cuidado porque los profesores actúan corporativamente y podía haber «represalias» contra mi hijo de 9 años y/o el de 3…. Estoy sufriendo muchisímo y cuando lo cuento, nadie se sorprende. Parece que es Vox Populi que los colegios concertados estan sujetos a menos controles y que por ello, puden actuar algunos, como verdaderas mafias o grupete al poder símil totalitarismo.

  22. Pues tú mismo lo has dicho, sufrimiento consentido y sin sorpresa. Es tristísima esta impunidad.

  23. philip

    Opino, que se obvia el contenido del documental, que es un contenido muy valioso, los profesionales que lo realizaron son honestos y fiables cien por cien, lo que se muestra es un hecho, y cualquier defensa por partes interesadas, de que no son todas las escuelas, es fruto de una segregación social enmascarada. Estamos en una democracia, los impuestos son utilizados de modo infame, y el documental solamente muestra una realidad que puede agradar o no, pero no se puede negar la evidencia. Los que son defensores de sus «puestos de trabajo» deberían preguntar a las familias oprimidas por las deudas y que son exprimidas sin escrúpulos. UN cordial saludo a los que están despiertos y tienen deseos de cambios, ya es suficiente de defensores de una escuela negocio, con la excusa de la preocupación de los hijos de los demás, cuando la cruda realidad, es que la única preocupación es su propia y mezquina causa.
    Gracias al autor de este blog y a los que no se rinden a los argumentos de los «defensores del sistema»
    Cordialmente desde un sincero deseo de libertad e igualdad para todos.
    Philip

  24. Pingback: De porqué os centros concertados non deben malversar os fondos públicos. Normativa estatal. « Nimo Tic

  25. Jorge Matute

    Desde luego, hay que joderse. Esto es como las constructoras que durante unos cuentos años han hecho lo que le ha salido de las pelotas bajo la atentamente desviada mirada de los gobernantes. ¿Aquí no se persona nadie como acusación?¿picaresca? vamos hombre… ya me gustaría saber que trozo del pastel se llevan los inspectores, sí, sí, los mismos que en determinados colegios de primaria «públicos» te la lían por menos de nada en pos el cumplimiento de todas las normas legales establecidas.
    Son unos ladrones los colegios por hacerlo y la clase política y los inspectores por consentirlo (y seguramente por trincar). Luego queremos igualdad, pues menos ministerio y más acción que es lo que hace falta.

  26. Daniel Expósito Suárez

    Lo siento mucho. Yo estudié en un instituto público en una época en que se mandaba a los colegios privados a los golfos. La enseñanza pública era una enseñanza de cierta calidad basada en la exigencia y en el aprender a superar dificultades. Determinadas concepciones pedagógicas han intentado convertir la escuela en una especie de jardín de infancia prolongado. La escuela pública es blanda y baja el nivel a alturas que ya dan vergüenza ajena. No es un mal propio de España. Leo libros sobre educación en varios idiomas y, no hace mucho descubrí que hasta en el vecino Portugal aplican esta enseñanza débil. Igualmente en Estados Unidos (fue pionera en la laxitud de la enseñanza tras la magnífica pero rebelde generación a que dio lugar la enseñanza de los años cincuenta), en el Reno Unido y otros países europeos. En otros países, como Alemania, la enseñanza sigue basado en un elitismo no clasista.

    En España, la escuela pública fabrica personas incompletas y mal formadas. No pueden competir (y de eso se trata en un país con cinco millones de parados) con alumnos educados en la superación. Lo que han hecho los supuestos defensores de la igualdad con la escuela pública es indignante: con la excusa de la escuela comprensiva han impedido a aquéllos alumnos con capacidades pero sin grandes medios económicos escapar de la debacle a la que han sometido la educación. Vamos a perder personas muy capaces porque sólo pueden acceder a una educación pensada para bajar los listones y la capacidad potencial de los mejores alumnos. Las personas que han diseñado este sistema han pergeñado una estructura completamente clasista. Escapar a ella cuesta dinero y sacrificios, pero por los hijos lo hace uno todo. Incluso cerrar los ojos a las prácticas poco éticas de los colegios concertados.

    Lo contrario supone enviar a tu hijo a una clase donde varios alumnos no hablan español (una mal entendida integración los manda directamente a clase sin una previa inmersión lingüística, método barato que utiliza como coartada para imponerse diversas falacias de carácter sentimental), donde varios alumnos tienen discapacidades sin que exista profesorado entrenado para atenderlos, donde hay gente que no desea estar en el sistema, es completamente disruptiva e incluso antisocial (sí, existen) y se les mantiene en el aula contra viento y marea. Uno no desea hacer experimentos con los propios hijos, como saben casi todos aquéllos que han sido padres y algunos que no lo han sido.

    Por tanto, con gran dolor de nuestro corazón, algunos, que no vivimos en barrios elegantes donde los institutos son de cierta manera debido al tipo de alumno que los frecuenta, hemos tenido que plegarnos a la necesidad de acudir a la enseñanza concertada, de hacer la vista gorda a la inmensa corruptela que supone su modo de financiación, de enseñar desde pequeños a nuestros hijos a simular creer en una religión en la que ni nosotros mismos creemos, y de rascarnos el bolsillo.

    Esto, naturalmente, es fruto de la actitud dictatorial de muchas personas, autonombradas mesías reformadoras de la sociedad, que han decidido que el que ellos decían era el único modo de enseñar, y no hay más que hablar. Bien; mientras pueda evitarlo, no me someteré a sus dictados. Le han hecho el caldo gordo a determinadas oligarquías que quieren tener a la población sumida en la ignorancia y la apatía.

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