El concepto de autoridad educativa

Dice el diccionario de la RAE que «autoridad» significa:

(Del lat. auctorĭtas, -ātis).
1. f. Poder que gobierna o ejerce el mando, de hecho o de derecho.
2. f. Potestad, facultad, legitimidad.
3. f. Prestigio y crédito que se reconoce a una persona o institución por su legitimidad o por su calidad y competencia en alguna materia.
4. f. Persona que ejerce o posee cualquier clase de autoridad.
5. f. Solemnidad, aparato.
6. f. Texto, expresión o conjunto de expresiones de un libro o escrito, que se citan o alegan en apoyo de lo que se dice.

Y viene esto a cuento por unas medidas llevadas a cabo en Madrid que me han dejado pensando que, de una vez por todas, deberíamos definir con claridad qué se entiende por «autoridad» en un centro educativo o de un docente. Y a ver si conseguimos pensarlo ajenos a polémicas partidistas, que demasiado a menudo provocan el empobrecimiento del debate, de las ideas.

En principio, parece poco discutible o criticable, desde mi perspectiva individual, que la Comunidad de Madrid decida subirle el sueldo a sus docentes. Nada que objetar, por supuesto. Pero me deja inquieto sospechar que el concepto de autoridad que se maneja tras esas medidas tiene que ver con lo económico, con lo policial, con el mantenimiento a toda costa de un orden silencioso. Como si solamente en el silencio y en un orden semi-cuartelario pudiera producirse la interacción que significa la práctica educativa.

Evidentemente, en este asunto, hay extremismos, hacia uno y otro lado, que pueden ser igualmente negativos. Y, por supuesto, no voy a ser yo quien defienda que un centro educativo pueda ser un territorio sin ley en el que cada miembro que lo compone puede hacer lo que le venga en gana en cada momento. Por supuesto, tampoco los profesores. Y tampoco voy a ser, y ahí voy, quien confunda la autoridad, la moral, que es la única verdaderamente interesante, con la exclusividad de la primera de las acepciones que incluye el diccionario.

Me da la sensación, últimamente, de que hay políticas educativas, en uno y otro partido, erráticas, productos de reacciones ante una situación a la que no saben muy bien cómo meterles mano. Y ante el concepto de autoridad que sospecho que está, o que está, tras esas medidas madrileñas, solamente puedo manifestar mi desacuerdo. La autoridad no se gana invistiendo de galones o de euros al profesorado, no se gana por convertir un instituto en una mala traducción de un cuartel o una prisión. He visto ganarse autoridad con emociones, con acercamiento cordial y real, a alumnos especialmente difíciles. Me interesa mucho más esa autoridad que la que viene dada de fuera. Tengo serias dudas sobre si hemos perdido la autoridad o la hemos tirado nosotros mismos a la papelera del recule funcionarial. Y muchísimas más sobre la posibilidad de que la autoridad pueda venir dada por una ceremonia de investidura legislativa, venga de donde venga. O lo que es lo mismo, me interesa más la autoridad que nos ganamos los profesores que la que nos vienen a dar con medidas externas. Como cantaría mi admirado Antonio Luque, “yo no soy militar”.

La foto de arriba, «Autoridad Expandida», es de la galería de Flickr de medialab prado, bajo licencia Creative Commons.

Acerca de Juanjo

Profesor de Filosofía

Un Comentario

  1. Como comentábamos en Twitter, totalmente de acuerdo. Geniales tus reflexiones.

  2. Por lo menos me he quedado más relajado, que en Twitter me estaba encendiendo el tema, y 140 caracteres me limitaban demasiado. Gracias, Gregorio, eres un monstruo, aunque no quieras el tricornio ése que decíamos 🙂

  3. Lola

    ¿De verdad alguien se cree que un cargo directivo de un centro gane autoridad si se le sube el sueldo? ¿Cuánto cuesta el kilo (?) de autoridad?
    Otra cosa es que poca gente quiere, de hecho, comprometerse con un cargo, pero el que se lo piense más por ganar más, ¡uff! ¡qué miedo!
    ¿Autoridades públicas? ¿Y les pondrán uniforme con casco y porra?
    Bueno yo creo que hay buenos y malos profesionales en todas partes, buenos y malos profesores, buenos y malos cargos, buenos y malos funcionarios, sí, hay buenos funcionarios, pero sobre todo, hay buenas y malas personas.
    Llevo 23 años dando clase y he tenido cargos directivos de muchos colores.
    Respecto a la pasta igual no es cuestión de subir el sueldo a los cargos sino de bajárselo a los que llevan 30 años sin dar clase, sin aportar nada al centro ni al alumnado, que los hay.
    Un saludo

  4. Lola

    ¡Ah! Y respecto a la autoridad, eso se gana no se decreta. Ni se compra ni se vende, como el cariño verdadero, jeje. El que quiera peces…

  5. Totalmente contigo, Lola. Ya me gustaría poder discutírtelo o matizarlo, pero no puedo. Lo de bajar el sueldo tiene que ver también con incentivar al que haga más, que también los hay. Vamos, que te rasques las narices o te partas la cara, en este gremio se cobra igual. Y eso es absurdo y cobarde. Por eso defendí aquí el Plan de Calidad Andaluz.

    Un abrazo.

  6. ¿Qué es autoridad? ¿Qué es coacción? A veces me da la impresión de que lo primero se confunde con lo segundo. Excelente tema de debate que planteas al que me permito añadir estas preguntas. Un abrazo.

  7. ¿Sólo por el hecho de ser profesor o profesora tenemos esa supuesta autoridad?, ¿también tiene esa autoridad el profesor o la profesora que va borracho o borracha a clase?, ¿y el profesor o profesora que siempre llega tarde, también tiene autoridad?

    Y con esto no estoy poniendo en duda que tengamos que tener autoridad; ahora bien, dicha autoridad no puede confundirse con autoritarismo.

    Con respecto a lo de ser equipo directivo, ni siquiera voy a opinar, simplemente decir que es sólo aparente eso de que nadie quiera ser, al menos a mí la experiencia me sigue demostrando lo contrario.

    En cualquier caso, que hagan lo que les dé la gana que es lo que en realidad harán.

    Un saludo, Montse

  8. «La autoridad del profesor está en proporción inversa a su poder». Lo decía un tal Sachs pero no recuerdo el nombre.

    Estoy de acuerdo con casi todo el mundo. Todavía no se entiende bien el tema de la autoridad. Una amiga decía que era un lío semántico, la gente lo identifica con autoritario, pero viene de la palabra «autor». Los chicos respetan al que sabe lo que dice, al que escribe su propio texto.

    Si cargas las tintas dando poder al profesor vuelves a los tiempos antiguos, quitas voz al alumno. La educación no va por ese camino, sino por el inverso. Ya no nos sirven para nada los niños sumisos. Nos gastamos un montón en medios para ayudarles a elegir y luego alguien se olvida de todo y quiere cerrar bocas.

  9. Bueno. Ahora que van a ser autoridad, quizás la señora Aguirre respete un poco más al profesorado que se manifiesta contra el deterioro al que su gobierno está sometiendo a la educación pública en la comunidad de Madrid.

  10. Creo que las medidas que se quieren tomar en Madrid pretenden que insultar, vejar o agredir a un profesor no salga gratis. Como no sale hacer lo mismo a un policía o a un juez. Castigar ejemplarmente estos excesos que hoy día se dan alguna vez no impide que el profesor pueda ganarse a los alumnos. ¿O es que lo impide? ¿Es que el hecho de que alguien tenga “potestas” le resta autoridad moral?
    Con respecto a lo que dices del régimen semi-cuartelero tengo que preguntarte si crees que en España hay peligro de que un exceso de disciplina perjudique a la educación. Mi visión es que actualmente es la excesiva relajación de la disciplina la que impide que algunos aprendan más.

    Nombras la palabra “policial” como si fuera algo malísimo. El maestro en clase necesariamente, nos guste o no, tiene una parte de policía. Un profesor de guardia tiene por ejemplo tiene que impedir que haya alumnos por los pasillos pegando voces, para que no molesten a los que están dentro. Un profesor vigila que sus alumnos vengan a clase y no se piren, por ejemplo. Ya se que además tiene que conseguir que los alumnos no se quieran pirar porque aprendan pero llegado el caso tiene que VIGILAR y comunicarlo a los padres. Además tiene que evitar en sus alumnos conductas que impidan la buena convivencia (el acoso) o el buen funcionamiento de la clase. Es verdad que eso lo tendrá también que hacer convenciendo al “disruptivo” de que su conducta a quien más perjudica es a él mismo, pero lo primero que tiene que hacer es impedir esas conductas.
    La policía impide que los ciudadanos se salten las leyes. El maestro en su ámbito tiene que hacer algo similar.

    Del mismo modo, al evaluar, el trabajo de profesor tiene ineludiblemente un aspecto de juez. Después de haber intentado que el alumno aprenda lo mejor posible tiene que juzgar si ha llegado a lo mínimo necesario para pasar.

    Con esto no digo que estos aspectos, de policía o de juez, sean lo principal de la tarea del profesor pero sí que son en nuestro sistema educativo una parte de la tarea. Y por eso también los profesores tienen que ser protegidos pues aunque todos queremos que se cumpla la ley, es natural que aquellas figuras que la hacen cumplir en ocasiones no sean del agrado de todos.

    • Libertad

      Veo claro el componente ideológico de «el que busca». Su argumentación falla desde la base, la forma de conseguir que el comportamiento de los adolescentes sea de acuerdo a las normas, para un policía se basa en la represión, un docente tiene que conseguir que el adolescente comprenda las normas y las haga suyas. Esto es más difícil, por eso cobra más un docente y tiene unos requisitos de académicos distintos.
      Ya sé que muchos docentes por la ley del mínimo esfuerzo y simplemente reprimen y se creen policías, jueces y verdugos. Estos son los que suspiran por el estatuto de autoridad administrativa.

  11. Encontrado

    Menos mal que alguien lo dice. ya estoy un poco cansado de oír «No somos jueces», «No somos policías»… cuando la realidad es que sí lo somos. En parte, eso sí. ¿Qué es evaluar sino juzgar?

    Lo de la autoridad… pues como todo, que exista una ley que te dé un derecho NO TE OBLIGA a nada. Nadie obliga a nadie a ponerse un casco y llegar a clase dando porrazos. ¿Porqué siempre nos vamos a los extremos cuando queremos criticar algo? Se trata de que, si un alumno agrede a un profesor (que ocurre), o lo insulta, el profesor tenga a su disposicion más herramientas que el simple «poner un parte». Tener más herramientas a tu alcance NO TE OBLIGA a utilizarlas. Por supuestio que el respeto se gana, bla, bla, bla. Pero todos sabemos que hay alumnos con los que, como poco, te lleva meses ganártelos «por las buenas», si es que lo consigues. La pregunta es: ¿Qué ocurre con el resto de los alumnos de ese grupo en ese tiempo?

  12. «Al que ejerce la autoridad cariñosamente la divinidad desde las alturas lo contempla con benevolencia» (Esquilo, Agamenón, escrito a mediados del s. V a. C.)

  13. marian90

    Precisamente hoy me preguntaba qué concepto de autoridad tendrán en la cabeza estos «personajes» que han salido los últimos días comentando que había que reforzar la autoridad del profesorado y demás. Y llegado a este punto, Juanjo, no puedo estar más de acuerdo contigo. Suscribo tu post íntegramente. La autoridad, el respeto, puede ganarse de muchas formas. He ahí la elección de cada cuál… muchas veces subordinada a una falsa y repugnante teoría sobre autoritarismo, que decía Montse en un comentario anterior… voz en alto, tarima y mano dura. Uf!

    De todas formas, poca credibilidad causa en mí una persona como Esperanza Aguirre hablando de educación. Una política que está optando en su comunidad por privatizar la educación, y que todavía concede concierto económico (dinero PÚBLICO) a escuelas segregadas y del OPUS. Si eso es demostrar interés por la educación, que venga «su Dios» y lo vea. Es vergonzoso.

    Toda la razón que pudiera tener la pierde cuando analizas su «gestión».

    En fin, así seguimos en pleno siglo XXI…

    Un abrazo, Juanjo.

  14. mi relación con la docencia se limita a la experiencia como alumno en distintos niveles educativos y recuerdo que siempre tuve profesores que se hacían respetar y otros que no nos merecían respeto alguno. Ambos modelos de profesorado se daban en el mismo curso, con los mismos alumnos, entiendo entonces que en la pericia de algunos o la insolencia de otros estaba el respeto o no de sus alumnos.

    Considero que la autoridad del docente no se impone por ley, ni subiendo los sueldos, ni dotando con tarimas las aulas o exigiendo que el alumndo se levante cuando entre el profesor en el aula como se ha propuesto en Francia. La autoridad del profesor se favorece, por ejemplo, formando para la docencia a los profesionales, seleccionando a este personal con criterios diferentes a los actuales, reduciendo la ratio de alumnos por aula, dotando de recursos materiales y personales a los centros.

    Si se dotara con un policía por aula, no aumentaria el respeto hacia el profesor, sino el temor. Si queremos alumnos temerosos deberían tomarse medidas distintas a cuando optemos por formas alumnos respetuosos.

  15. El poder se otorga, se quita, se transfiere o se roba.
    El liderazgo se tiene, se adquiere y se adapta.
    ¿La autoridad se gana? Vaya! Yo pensaba que se cultivaba, se desarrollaba,… Yo la tuya y tú la mía, también. (auctoritas -atis => auctor -oris => augeo)

    Me alegra encontraros de nuevo, amig@s fieles. Cuando lea los comentarios vuelvo 😉

  16. clepsidra

    ¿Tan difícil es entender que la autoridad en las aulas, y por tanto el respeto, se consigue conociendo a esas personas?. ¿No es más fácil usar herramientas como el cariño en vez del martillo?. ¿Y la imaginación?……

  17. ¿Y quien pide el martillo?, clepsidra, cariño

  18. La Fiscalía General del Estado ordenó en una circular remitida en noviembre de 2008 que las agresiones contra profesores de la enseñanza pública y contra trabajadores de la Sanidad pública se contemplarán como un delito de atentado a la autoridad y funcionario público.

    http://ecodiario.eleconomista.es/sociedad/noticias/1542282/09/09/La-Fiscalia-contempla-las-agresiones-a-profesores-publicos-como-atentado-a-la-autoridad-desde-2008.html

    ¿Y si el castigo por estas agresiones va a seguir siendo el mismo a qué viene esta declaración de mi presidenta?

    Casí 20 años ya como maestra, antes en la escuela y ahora en el instituto, me dan autoridad suficiente para decir que lo que no logremos acercándonos y escuchando las necesidades del alumnado no lo vamos a lograr por subirnos a una tarima. Esa carencia de valores y de habilidades sociales, si es que existe, hay que cubrirla y sabemos cómo hacerlo. No buscamos instruir a un rebaño que nos escucha en silencio desde sus pupitres clavados al suelo.

    Os podría hablar de un grupo de 29 que tengo este año. Todos ellos y ellas con la optativa de francés en 2º de la ESO. Su tutor ha decidido sentarles en filas de uno. Un espacio y un curso con muchas carencias … Para que este grupo haya sido posible en otro 2º tengo a todos los chicos y chicas que repiten curso, en otro a la gente con refuerzo de lengua y matemáticas, etc., etc., etc.. En mi IES del centro/sur de Madrid el fracaso escolar ronda el 50%.

  19. Hola Juanjo soy estudiante de educación social y también madre de dos niños de primaria y me parecen muy interesantes tus reflexiones sobre educación, asi que habitualmente paso por aqui y te leo. Mi comentario tiene que ver con el post con el cual estoy de acuerdo porque mi hijo de 7 años tiene un profesor nuevo que en tres semanas que llevamos de clase ya ha lanzado por los aires unas cuantas libretas y libros y luego se las hace recoger a los dueños. L@s madres y padres estamos desconcertados y no sabemos lo que hacer ni como abordar esta situación que nos parece todo menos educativa. Es un profesor muy rígido y exigente que en la tutoría de inicio nos dijo que el grupo era muy movido (son 18 niños y 5 niñas) e iva a tener que sacar tácticas que hace tiempo no utilizaba. Mi pregunta es ¿como podemos abordar este situación de la forma más sutil posible y que le haga entender al profesor que solo desde el respeto se puede conseguir respeto, que lo que el consigue es miedo y fobia por la escuela?. Gracias Juanjo, deciros a tod@s que es de gran ayuda tener un lugar donde «husmear» opiniones sinceras de los profesores con respecto a determinados temas.

  20. «La autoridad es como el dinero: si gastas, la vas perdiendo; si la guardas, cada vez tienes más»

    Sobre límites y autoridad, aquí

    http://laguiru.lacoctelera.net/post/2009/06/15/limites-segun-cg

  21. Gracias, txoni3, te puedes poner cómoda, estás en tu casa 🙂 ¡Saludos!

  22. danfercar

    Hola!

    Ocurre que, como en muchos otros campos, el problema es más de fondo que de forma. Les darán más «autoridad» a los profesores, ¿y qué? ¿Los chavales se van a poner firmes? El fondo de la cuestión es que a los profesores les faltan nuevas técnicas pedagógicas adecuadas a las diferentes situaciones que se encuentran. El dogmatismo práctico existe en la educación, así como en la medicina y otros campos. ¿Lo próximo que promueva el gobierno que será, sea el de Madrid, el central o cualquera? ¿Atar a los alumnos a sus sillas para frenar el absentismo escolar? Un saludo.

    Te dejo el link de mi blog. Ya he comenzado a publicar.

    http://www.itsmownworld.wordpress.com

  23. No hace mucho lancé la hipótesis de que aquellos que hablan de «ganarse la autoridad» estaban convencidos de poseerla -y por supuesto por méritos propios. Y no estaban porque se les regalase a cualquier mindundi.

    Hoy he visto mi hipótesis confirmada:

    http://www.redires.net/?q=node/625

    En fin.. vergüenza ajena.

  24. Gracias por el enlace Chelucana aunque yo soy de las que siempre dice que eso de que los niños necesitan límites es solo una forma de los adultos justificar nuestros abusos y digo abusos sí, porque muchas veces es solo nuestra comodidad la prioridad y para ello convertimos la obediencia en virtud. Me ha encantado la frase que has rescatado del texto : “La autoridad es como el dinero: si gastas, la vas perdiendo; si la guardas, cada vez tienes más”.
    Gracias también por la bienvenida Juanjo y por el enlace que todos deberíamos firmar Serenus, yo ya hace tiempo que lo hice porque me parece que hay muchísima verdad en el manifiesto «No es verdad».

  25. Txoni3, desde luego yo no lo he firmado. Ni lo aconsejo. Más que verdad yo veo cinismo y malauva -pero bueno cada palo que aguante su vela. Los de los límites pues prueba a no ponerle límites a tu hijo… ya nos contarás.

    Saludos

  26. Atender a un@ niñ@ exige tomar clara opción por ell@, cualquiera que sea su actitud porque esta no se agota en su conducta. Exige tomar partido por ell@ como persona que es, apostar fuerte por ell@, acompañarle, comprometerse, arriesgarse con ell@ y mantener el tipo aunque surja el desencanto.
    Nuestras decisiones nunca deben suplantar el protagonismo de l@ niñ@, por errada que pudiera estar su interpretación de lo que le conviene. «Jamás se podrá proteger a nadie si l@ interesad@ no lo percibe como deseable desde su propio instinto de conservación. No se puede ayudar a nadie sín su pleno consentimiento y su protagonismo. Cualquier sistema de tutela de: ‘tu no sabes lo que te conviene’, no es sino un intento de suplantación en atuendo de camuflaje, tanto más peligroso cuanto más desapercibido pase»(Enrique Martinez Reguera en «Pedagogia para mal-educados»).
    La docilidad es un valor muy apreciado en los niños, pero ¿de verdad creemos que la educación consiste en crear individuos sumisos, obedientes y facilmente manipulables?. El camino que seguimos es tan importante como lo que realmente enseñamos porque aprendemos por imitación, entonces ¿no sería mejor dedicarnos a cultivarnos a nosotr@s mism@s junto al otro antes que intentar cambiar al otro?. Por supuesto que mis hijos tienen límites, no solo porque no les voy a dejar tirarse por la ventana a ver si vuelan (aunque tampoco creo que lo hicieran) sino porque tienen que levantarse, ir al cole, hacer deberes, lavarse los dientes despues de las comidas y un sin fin de cosas más que no harían si no se les obligara. Yo no digo que no tengan límites sino que es una frase muy gastada hoy en día y demasiado obvia para ser tan repetida. ¿Acaso los mal-educados no tienen límites?.
    Respecto al manifiesto de «No es verdad» yo firmo cada uno de sus postulados, la escuela esta caduca, se utilizan los mismos métodos de hace 30 años, la creatividad, la participación, el trabajo en equipo y la investigación y el descubrimiento personal brillan por su ausencia. En infantil he descubierto con un equipo estupendo que hay en el cole de mis hijos que las teorías educativas de autores como Pestalozzi, Denwey, Sujomlinski, Ferrer i Guardia, Neill, Freinet Freire e incluso Illich y los desescolarizadores se pueden llevar a la práctica y hacer del aprendizaje algo activo donde el interés del alumno es el motor porque como dice Roger «el único aprendizaje que puede influir significativamente sobre la conducta es aquel que el individuo descubre y acepta por sí mismo»

  27. txoni3,
    ¿¡Pestalozzi, Denwey, Sujomlinski, Ferrer i Guardia, Neill, Freinet, Freire,… e incluso Illich!? 🙂
    Suscribo el comentario-bienvenida de Juanjo: «Ponte cómoda. ¡Estás en tu casa!»

    Serenus,
    Claro que hay niños sin límites, i-limitados. Ya los dibujó FRATO. Lo mismo que autores y autorizados.

    Saludos

  28. Jo, qué bueno es Denwey…

  29. JA,JA,JA… Incluso Freiret es bueno. Gracias, Serenus,… Un recorta y pega lo tiene cualquiera 😉 Corrijo: Dewey

  30. Bueno la verdad es que es una de las asignaturas que he tenido este año pasado y los tengo a todos muy frescos en la memoría: «teorías e instituciones contemporaneas de educación», la disfrute un montón pero me fastidió bastante ver que pocos maestros en la escuela los tienen en cuenta. Seguimos teniendo la escuela tradicional de siempre en la cual el maestro es el centro y al alumno solo le queda hacer fila y digerir todo lo que hay en los manuales, de hecho se toman cosas de aqui y de alla como la revista escolar y se incluye como una tarea más a cumplir dentro del apretado programa escolar quitandole lo que de activo, autónomo y creativo pudiera tener para los alumnos. Abruman a los niños bajo una montaña de libros y ahogan su curiosidad en un sistemático y aburrido programa que se repite año tras año. Yo creo que los profesores deberían tener un compromiso de formación permanente, sobre todo hoy en dia que el mundo cambia a una velocidad tan vertiginosa. Es mi humilde opinión, vosotr@s sois profesor@s y tendreis una visión mucho más compleja de como esta la educación y algunas de esas grandes teorías serán dificiles de poner en práctica, otras serán utópicas pero no por ello hay que renunciar a intentarlo. Yo sigo creyendo que hay mucha verdad en el manifiesto «No es verdad».
    Gracias salirse de la fila por tu bienvenida y por los dibujos de Frato…el blog de Juanjo lo conocí gracias al tuyo y la verdad es que estoy aprendiendo mucho con vosotr@s.

  31. No, si al final estoy viendo que el problema es qué entendemos «ES VERDAD» 🙂 Y conste que no intervengo más porque no quiero ponerme pesado diciendo siempre lo mismo. Pero da gusto leeros desde detrás de la cortina…

  32. Ricardo Moreno Castillo

    El Manifiesto “No es verdad”, que ha sido citado por alguno de los comentaristas, me parece un cúmulo de despropósitos. He elaborado un escrito, titulado “No es verdad que no sea verdad”, en el cual procuro rebatir al susodicho manifiesto punto por punto. Es un poco largo (unas veinte páginas), pero si alguien desea conocerlo, que se ponga en contacto conmigo (mi correo electrónico es moreno.castillo@terra.es) y se lo haré llegar
    Atentamente

    Ricardo Moreno Castillo

  33. Hola Ricardo:

    Yo, con algo de tiempo libre quiero escribir «No es verdad No es verdad que no sea verdad». Y podemos seguir así toda la vida, hasta el infinito.

    O mejor lo resumo con otro título: «No es verdad es verdad». ¡Ayyyyyy! Pero casi que lo pondré aquí, sobre una tarima, nada de e-mails. Y lo mismo me ponéis en el grupo de los tontos ¿vale?

    Pedagógicamente.
    Juanjo Muñoz Lorencio.

  34. Juanjo, ya estoy deseando leerlo. No me compromento, sin embargo, a tener que aplaudir. Pero sí te aseguro que ardo en deseos de leerlo. A ver si es un poco más convincente que ese que rula por internet. Cuidadito sin embargo con los contenidos «fumables» que da la risa.

    Su seguro servidor.

    Serenus

  35. Yo también he recibido el mismo comentario en mi blog, Juanjo. También estaba pensando en escribir algo cuando el tiempo me lo permita: «N0 es verdad que se haya demostrado que sea verdad» o algo así. Aunque no sé si merece la pena dar a ese panfleto una relevancia que no merece.
    Puestos a desvariar, me ronda por la cabeza la idea de elaborar un Manifiesto Antitecnológico, por ejemplo. Estoy seguro de que lograría la misma notoriedad que Moreno C. con el Antipedagógico. ¿Que no?

  36. «Aunque no sé si merece la pena dar a ese panfleto una relevancia que no merece».
    Eso es ir de sobrao eh..

  37. Sospechaba que más de uno/a se fijaría en la primera parte del comentario más que en la segunda.

  38. De hecho, Luis, he dado un vistazo por tu blog y en el post que dedicas al Manifiesto para recoger firmas la mayoría de las opiniones que he leido son contrarias a las ideas vertidas en el Manifiesto, son además opiniones -que no compartes- pero son razonadas, expresadas con corrección y fundadas en experiencias personales. Por lo que he visto tampoco quieres darles notoriedad porque veo que no les contestas.

    Saludos

  39. ¡Haaalaa! ¡Gente nueva y desconocida por aquí!

    Estaba leyendo sobre las propiedades terapéuticas del Cardo Mariano.

    Su principio activo, la silimarina, actúa como potente protector del hígado dañado, curándolo y regenerando sus células. Desintoxica el hígado, ayuda a disolver los cálculos biliares y favorece la salida de la bilis a los intestinos. Además tiene efecto laxante, lo cual conviene a los estreñidos.

    ¡Qué interesante! Ahora entiendo por qué…

    ¡Uy! Perdón… Creo que me confundí de blog… o de post… No sé…

    ¡Ya me volví a salir de la fila! ¡Si es que no tengo remedio! Me falta educación…

  40. ¿Y si alguien se molestase en hacer cumplir las leyes que ya tenemos?

  41. ¡Qué interesante lo del Cardo Mariano! Y qué bien me va a venir a mí también después de mi último claustro. Tengo bilis a presión de todos los colores.

    Entré en este blog con la idea de felicitar a los/os antipedagógicos/os. En Madrid ya lo han conseguido. En dos años habrá 50 institutos bilingües y a seguir creciendo progresivamente. Se han creado los institutos bilingües para que no haya ningún problema en separar por itinerarios a la gente que «vale» de la gente que «no vale». Esto de los bilingües termina pareciendo «progre» en su forma pero es una trampa perfecta. Cada insittuto tendrá dos itinerarios. La gente que va bien en inglés irá a la sección bilingüe y la que no al programa bilingüe y asunto terminado. To’l mundo bilingüe.

    A nuestra Esperanza le parece que tenemos profesionales a montones capaces de hacer que con las Ciencias Naturales en inglés de 1º ESO entiendan de una vez la lógica del Creacionismo frente al Darwinismo. ¡Y qué me decís de las Sociales en inglés! Pués, fantástico. Y la música, y la plástica… En fin, no se trataba de que aprendan lo que de verdad importa. Pues ya lo tienen. Y por supuesto también la tutoría. ¿O es que alguien había pensado alguna vez que la tutoría en el primer ciclo de la ESO servía para algo más?

    Para memorizar unos cuantos conocimientos no hace falta darle tantas vueltas al idioma en el que nos lo explican. Yo, que he formado parte de un tribunal de oposición en lengua inglesa, soy muy consciente de lo capaces que somos de memorizar cualquier cosa en inglés.

    Ante todo esto hay silencio total, se oyen algunas opiniones que no dejan de sorprenderme: -«El bilingüismo es el único método que nos queda para salvar la escuela pública. Si no lo hacemos se llevará los bilingües la concertada y estamos perdidas.»

  42. «Es Verdad», «No es Verdad», «No es Verdad que sea Verdad», «No es verdad que no sea Verdad», «Puede que sea Verdad», «No es Verdad que pueda ser Verdad», «No es Verdad que sea Verdad que no es Verdad», «Yo creo que es Verdad que no sea Verdad que es Verdad»…. supongo que este post en realidad trata de eso que llaman «Pacto Educativo».

    Menudo Planeta.

  43. ¿Pacto Educativo? ¿Con quién? Con las personas que obligan a mi hijo y a mi hija a perder dos horas a la semana porque hay que dar religión católica en la escuela. ¿Pacto educativo con quienes se empeñan en segregar sexos, niveles económicos y culturas como único método pedagógico? ¿Pacto con quien? ¿Con quienes ven el uniforme, la tarima y la autoridad como la única solución a los problemas de la escuela actual? La competición y las menciones de honor no son las únicas formas de aprender.

    Hablemos claro y llamemos a las cosas por su nombre. Sin rodeos. «Muerta la ideología, viva la tecnología» es lo que se lleva en estos tiempos.

  44. Suscribo tus preguntas, Yolanda. Y tu respuesta. Y la indignación que leo detrás de ellas.

  45. Pues eso, no pactemos; impongamos LA VERDAD y EL BIEN a los infieles.

  46. O mejor que se estudien de memoria lo que son la Verdad y el Bien según cien autores y su profesor. Y los tontos que estudien 99.

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