¿La casa es una escuela?

¿Es posible aprender en casa todo lo que se enseña en el colegio? ¿Pueden un padre o una madre sustituir a los profesores en la evaluación de sus hijos? Quienes defienden la educación en casa o homeschooling sostienen que sí, que los niños pueden formarse en el hogar como si fuera un aula, que su madre puede ilustrarles sobre las matemáticas mientras el padre prepara los dictados de lengua, como ocurre en otros países y como exige un grupo de familias españolas que ha llevado el debate al Parlamento vasco.

Interesantísimo el reportaje La casa no es la escuela que puedes leer hoy en El País (no te pierdas los comentarios allí). El mismo diario hoy también incluye un artículo titulado Escolarizar es la mejor forma de educar. Entre uno y otro se retrata, aunque de una manera quizás muy sesgada, una opción que plantea una radical alternativa a la estructura nuestro actual sistema educativo. Es curioso el resultado de la encuesta que plantea el reportaje (empate a la hora de publicar este post). ¿Y si repetimos la encuesta aquí? ¿Será parecido el resultado?


ACTUALIZACIÓN: En su Libro de notas, José Luis se había hecho eco de este reportaje, antes que yo, en este sensatísimo post que puede ayudarnos a pensarlo.

Y tienes más sobre esta forma de educación en la Wikipedia (con interesantísimos enlaces). Difícil, muy difícil veo que pueda sustituirse el aprendizaje que supone la interacción entre iguales que los escolares viven en los centros educativos…

Acerca de Juanjo

Profesor de Filosofía

Un Comentario

  1. ¡ los tiene que educar Marchesi!

  2. Serenus, supongo que te refieres a este Marchesi

  3. Es algo a lo que llevo tiempo dando vueltas y lo cierto es que no termino de verlo claro. Evidentemente todo tiene sus pros y sus contras. No me cabe duda de que es bueno que los escolares se relacionen con sus compañeros, pero evidentemente en casa va a tener una atención mucho más personalizada…

    Esta mañana escribía en mi blog haciendo referencia al artículo de El país y no es que no me quiera mojar, es que no termino de tomar partido. He votado en tu encuesta, he elegido el no sabe/no contesta, pero como decía antes no es que no quiera contestar, es que no sé qué contestar…

  4. Pingback: ¿Homeschooling? Uff, difícil decisión.

  5. Actualizado este post, José Luis, lamento no haber visto antes el tuyo, que me parece muy meditado. Y que conste que yo no he votado ¿eh? 🙂

  6. Gracias Juanjo. Es un tema que últimamente se escucha cada vez más, pero es que cuanto más lo pienso, menos claro lo tengo. De todos modos, seguro que aquí se genera un buen debate y nos ayuda a todos a hacernos una opinión más formada.

  7. Garum

    Pues yo si me voy a mojar, creo que los padres deben tener la opción de darle a sus hijos la formación oportuna prescindiendo de la educación que la admninistración pública impone.

    Y además que se evalúe esa formación con las mismas «pruebas de diagnóstico» con las que se evalúa la enseñanza pública, a ver qué pasa.

    ¿La administración se va a preocupar por alumnos escolarizados en su casa? ¿Y qué hay de esa cantidad de alumnos que, bajo la opción de sus padres o familias, ni siquiera van a la escuela en primaria?

    Sinceramente pienso que los padres deben tener esa opción, otra cosa es que puedan, sepan o quieran hacerlo, pero debemos tener la libertad para elegir esa opción.

    Un cordial saludo!

  8. ¡A ese, a ese me refería!
    …………………….
    Creo que es irreconciliable negar esa posibilidad con un país libre.(Sólo una sociedad cerrada totalitaria puede otorgarse tal potestad sobre los individuos) No se puede justificar (de manera no totalitaria) la prohibición de tal posibilidad.

    Por supuesto que nos puede parecer mejor una opción u otra, pero de ahí no se puede seguir la prohibición. Quien la justifique es -lo sepa o no- un enemigo de la libertad.

  9. Estoy contestando sin leer el post que recomiendas ni el artículo aludido. Pero creo que los hijos e hijas no son propiedad de los padres y las madres por eso no creo que puedan hacer lo que consideren oportuno. Es más, incluso aunque la educación que se reciba en la escuela sea peor que la que se pueda recibir en casa, sería bueno recibirla porque es una forma de aprender que el mundo no es simpre como debe ser.

    Garum, dices que los padres deben tener la opción de dar a sus hijos la educación oportuna prescindiendo de la educación que la Administración impone. Pues bien, ¿y si el padre de turno considera que la educación oportuna es ser racista, machista o fundamentalista de cualquier religión?, ¿también tiene derecho? Los valores que el Estado pretende transmitir a través de la educación son los valores que subyacen a los Derechos Humanos y piensen los padres y las madres lo que piensen ¿esos valores deben o no deben ser inculcados?

    No sé, me paro, pienso y vuelvo.

    Saludos, Montse

  10. Garum

    Querida Montse, tenemos un problema, y serio, porque el derecho civil es muy claro… En nuestra sociedad son los padres los responsables civiles de los hijos hasta la edad oportuna, según los casos (16, 18 o 21 años)… A ver cómo solucionas que el padre sea racista, machista, o que la madre esté en la carcel…

    Además ¿qué valores pretende transmitir el Estado? A mí no me los han explicado. ¿Cómo lo está haciendo? ¿Con la polémica asignatura de marras, que, a mi entender, es absolutamente inutil si ni siquiera el sistema es capaz de enseñar a leer y escribir correctamente?

    Otra preguntita ¿ejerce el estado/comunidad ese hipotético control sobre la educación en los inmigrantes fundamentalistas? ¿Y sobre comunidades tradicionalmente racistas y cerradas como es la gitana, con niñas casadas/embarazadas con menos de 14 años?

    Sé que lo que estoy diciendo no es agradable, pero todos sabemos que es así, ¿y ahora planteamos el derecho de unos padres a escolarizar a sus hijos en su casa…?

    En fin esto da para mucho, pero lo único claro es que ¿Dónde se da el carnet de pader/madre responsable de la educación de sus hijos? ¿Quién lo da? ¿Es necesario acreditar la capacidad para serlo…?

    ¡UF!, vaya lío ¿no?

    Montse, por supuesto que hay valores transcendentales que deben ser enseñados y transmitidos, pero precisamente esos valores son los que seguro que tienen aquellos padres que asumen la responsabilidad de escolarizar a sus hijos en casa, aquellos a los que te refieres te puedo asegurar que, no sólo no los tienen, sino que segúramente no se preocuparán por llevar a su hijo a la escuela…

    Un saludo.

  11. ¿Tendría el estado que autorizar (previo éxamen de un tribunal de funcionarios) a las parejas para tener hijos, dado que el padre no sólo podría ser racista, fundamentalista, machista, taurino o antitaurino sino incluso drogadicto, criminal, futbolero… ?

  12. Salirse de la fila

    ¡Una encuesta sobre homeschooling! ¡Qué interesante!

    Yo he votado que sí, claro. ¡Que para eso me salgo de la fila!

    Creo que hasta el mismísimo Marchesi, uno de los responsables de la más importante y avanzada reforma educativa en nuestro país (aunque a muchos educadores nos quedara grande), que se muestra contrario a la educación en casa, sería capaz de descubrir al homescooler que lleva dentro.

    Esto no es una encuesta de opinión, sino un cuestionario (en clave de humor) para evaluar si «tienes madera de homeschooler»

    Y algunas citas:

    “Desde que soy madre, escucho de continuo que no educo a mis hijos para defenderse en el mundo real, que es muy duro. Ante esta acusación sólo puedo declararme culpable, es cierto, educo a mis hijos para que sean constructores de nuevas realidades, más amables”.
    Carmen Ibarlucea “Diez cuentos del mundo que ayudan a educar(nos)” (Educadora en casa)

    «Desde muy niño tuve que interrumpir mi educación para ir a la escuela»
    Bernard Shaw citado por Gabriel G. Márquez

    «Mi abuela quería que fuese una mujer culta, por eso no me llevó al colegio»
    Margaret Mead

  13. Clepsidra

    Podría plantearme el derecho de los padres a ser «escuela» de sus hijos, pero siempre llego a la conclusión de que NO es posible cuando pienso en los niños y niñas en las aulas y patios de los centros: el grupo, el colectivo, el equipo, la interacción y desarrollo personal entre iguales, compartir emociones….y en ningún momento hablo de ríos, ecuaciones ni poemas. Nuestra democracia, al fin y al cabo, también es como un ente que necesita escuela y por tanto aprender, y pienso, que su mejor profesor es la socidad, un sociedad colectiva, cohesionada y preparada desde un único marco, el pilar estructural central,la ESCUELA.

  14. clepsidra,

    Te puede parece mejor la escuela -puede incluso que tengas razón y sea la mejor opción. Pero eso no es razón para prohibir la otra posibilidad.

    Así de simple.

  15. Por si srve de algo, un caso de ayer mismo:

    Aparece una madre con su hija en el instituto. La había dejado de llevar al colegio en 2º de primaria porque se había caído un día al suelo, se rompió los dientes y a los maestros les dio igual (lo juro, tal cual). Me dice que le tiene puesto en su casa un profesor de apoyo y que no va a venir. Le hago ver, porque es mi obligación y además estoy convencido, su obligación legal de escolarizar a su hija y las posibles consecuencias de no hacerlo. Y decide, con relativa mala cara, que su hija venga al instituto.

    Si viérais a la niña con una sonrisa de oreja a oreja estos dos días por el instituto cuando estaba con sus compañeros os entrarían las serias, muy serias dudas, que tengo de que permitir esto tenga algo que ver con la libertad. No hablo de prohibir, hablo de que el derecho a la educación entre iguales no puede saltárselo un capricho u opción paterno/materno.

    Y no tengo una teoría al respecto. Simplemente, le he puesto la sonrisa de esta alumna a este post.

    ¡Saludos! Sois la causa de mantener este blog, ahora que otra vez tenía dudas…

  16. Los padres son, y deberían ser, escuela de sus hijos, sobre todo en los primeros años de vida. Los padres, los vecinos, los amigos de sus padres y madres, la gente del barrio, la del distrito, la de la ciudad,… La escuela no es el único medio de socialización, ni debería pretenderlo. La educación entre iguales no es la única posible ni la más recomendable, diría yo. ¿Por qué tienen éxito las escuelas unitarias y las escuelas rurales, si no?

    Stephen Downes, en su conferencia en el Congreso Internet en el Aula, hablaba de la escuela real frente a la escuela virtual, e irónizaba al explicar que la escuela actual tiene más de virtual en sus metodologías que la que nos ofrecen las experiencias simuladas a través de un ordenador. Hablaba de los hijos que, hasta hace unos siglos, no necesitaban ir a la escuela porque aprendían a través de sus padres, de sus trabajos, de sus vidas, de su forma de relacionarse y de la interacción constante con el entorno. Hoy la escuela es más virtual que nunca.

    Espacios cerrados, especialistas múltiples, relación entre iguales, por mucha escuela inclusiva que queramos hacer. No es el único medio de educar, ni el mejor, es el que tenemos y le sacamos brillo cuanto podemos.

    Me preocupa, como a Montse, las razones por las que unos padres deciden educar en casa. Hay casos en los que el fanatismo político, religioso, cultural e incluso social, es la motivación principal, sí. Sin embargo, consentimos la existencia de centros escolares e instituciones de otra índole en donde el fanatismo ejerce una poderosa influencia en nuestros hijos e hijas. Fanáticos hay en la escuela y en el hogar.

    Me preocupa, como a vosotr@s ver que cada vez más los padres delegan más parcelas de la educación de sus hij@s en la escuela. Pero también es cierto que las familias pierden la potestad sobre la educación ante las «divinas palabras» de expertos, educadores, científicos y articulistas. Responsables e irresponsables hay tanto en la escuela como en el hogar.

    Me preocupa que se tache despectivamente de homescholers a aquellas familias que educan en casa hasta la edad de escolarización obligatoria, que aquí siguen siendo los 6 años, aunque a la mayoría se nos haya olvidado.

    Me preocupa que en Cataluña se planteen la escolarización obligatoria a partir del segundo ciclo de infantil porque, total, a los tres años la mayoría de los niños ya están escolarizados, criminalizando así a los que deciden posponer la escolarización.

    Me preocupa que en las familias sea cada vez más extraño encontrar a bebés no «escolarizados» porque, al margen de las obligaciones laborales, sea impensable que un bebé no se «socialice» a partir de un año asistiendo a una escuela infantil.

    Me preocupa que entre el cada vez mayor número de familias que educan en casa, la prensa sólo se haga eco de aquellas que más salen en los medios por sus problemas legales o por su pública orientación religiosa, política, social o cultura.

    Me preocupa que a la gente le preocupe que los que educan en casa sean profesores o educadores con jornadas que pueden permitirles esta aventura. ¡Claro! Por qué no, si saben, pueden y quieren hacerlo.

    Me preocupa que se considere el homeschooling como un abandono o desidia por parte de los padres hacia la educación de sus hijos. Cuando lo cierto es que requiere un esfuerzo y una dedicación extraordinaria. Y también muchas renuncias.

    Me preocupa que se tache a los niños y niñas educados en casa como sobreprotegidos. Cuando en la mayoría de las ocasiones son las carencias de un medio ambiente hostil y escasamente afectivo los que generan relaciones de dependencia. Y ese ambiente no favorable se puede encontrar en la escuela y en el hogar.

    Conozco varias familias que educan en casa, sigo habitualmente algunos blogs de familias que educan en casa y, salvo excepciones que gusta a la prensa, creo que son familias absolutamente normales, saludables, equilibradas y con hijos maravillosos.

    Casi ná, he dicho 😉

  17. Ey, Chelucana, creo que nos hemos cruzado escribiendo a la vez… Entiendo cada una de esas preocupaciones perfectamente. Pero, ando en otro contexto, que quizás me condicione demasiado y no me deje ver con claridad la posibilidad del homeschooling. Hay urgencias diarias, que en mi contexto tendrían que ver con equiparar el homeschooling al absentismo escolar, y que provocan que sea reacio a la posibilidad, aunque no absolutamente contrario.

    Gracias por ayudarme a seguir pensándolo. Me sacas de contexto, nunca mejor dicho.

    Me está llamando la atención la evolución de los resultados (no hace falta que diga que con nula base científica) de la encuesta. Empezó arrasando el sí, y la cosa va cambiando… A la hora y fecha de publicar este comentario estamos así:

    Sí, los padres deben tener la opción 56% (10 votos)
    No, la escolarización es insustituible 39% (7 votos)
    No sé, no contesto 6% (1 votos)

    Y yo que creía que este blog lo leía más gente que El País 😀

  18. Ups! ¡Vaya! Se me olvidaba añadir, justo lo que acaba de decir Juanjo. El homeschooling no implica permanecer en casa las 24 horas del días, ni dejar de relacionarse con los demás.

    Mis hijas este año están aprendiendo en el cole, junto a sus veintitantos compañeros y compañeras, a trabajar en silencio, individualmente, a que no molestar y que no les molesten.

    El mejor reportaje que he visto, aunque incompleto sobre homeschooling.

    Prográma Crónicas «Aprender en casa»

    http://www.tu.tv/videos/programa-tve2-cronicas-aprender-en-casa

    Podéis encontrar más información y enlaces en la página de ALE Asociación Para la Libre Educación.

    http://www.educacionlibre.org/inicimarc.htm

  19. Efectivamente, Juanjo. En tu contexto es más frecuente el absentismo escolar que el homeschooling.

    Las familias que educan en casa son generalmente familias de clase media o media alta, alternativos, personas que viven en entornos rurales,…

  20. Jejeje, creo que volvemos a cruzarnos, Chelucana. Paso a ver el reportaje y el enlace. Gracias de nuevo.

  21. Pingback: Aprender en casa (vídeo) « EFERVESCENTE2H

  22. Juanjo,

    No veo como puede evitar que este asunto tenga que ver con la libertad, sinceramente.

  23. Júcaro

    Juanjo, no he leído los comentarios precedentes. Igual me repito.

    La casa debe ser también escuela. Dicho esto, los padres no podemos escurrir nuestra responsabilidad, como en estos días vemos que hacen jueces y secretarios judiciales cuando tapan sus ineficacias amparándose en falta de medios y otras zarandajas.

    La casa debe ser también escuela pero la escuela debe llegar a todas las casas. Y la forma de hacerlo es mediante la asistencia de los hijos a la escuela. Está muy bien eso de la libertad de los padres, pero ¿cuántos padres estamos preparados para hacerlo?, y si un padre es un degenerado, un inculto cabezota, ¿debe prevalecer su decisión en cualquier caso?

    Mis hijos siempre han asistido a centro públicos y ya nos encargamos en casa de poner algo de nosotros en su formación. Las dos opciones que se plantean en la entrada son complementarias y necesarias; optar por una sola de estas posibilidades pienso que sería contraproducente.

    Y ahora votaré, y veré los resultados.

    Saludos

  24. Pingback: Aprender en casa (vídeo) | Literatúrame!

  25. Voy a echar leña al fuego: este movimiento «homeschooling» tiene algo de ficticio en su concepto en el sentido de que para ello necesitarían uno o los dos progenitores estar «liberados» de cualquier trabajo u ocupación para ejercer esta encomiable labor. O recurrir – como en las familias acomodadas de antaño- y si el sueldo se lo permite, a un «profesional» escogido que dé clases «particulares» en casa. Cosa harto difícil en estos tiempos donde en la mayoría de los hogares de a pie trabajan los dos cónyuges y además con turnos maratónianos de mañana y tarde para aportar la «manteca» y hacer frente a los cuantiosos gastos familiares, hipoteca incluida. ¿ De dónde sacar el tiempo, si en muchos hogares los padres no encuentran ni siquiera el momento de charlar con sus hijos un momento o echarles una manita en los deberes?

    ¿Quien puede permitirse el lujo de no trabajar para educar a su hijos/as en casa?

    Todos/as de una forma o de otra , educamos: padres,familia, escuela, medios de comunicación, sociedad, entorno, etc. La solución sería llegar a un consenso entre la escuelas, las familias y la sociedad. Un contrato de intenciones tripartito, un objetivo común. Los padres son, durante los primeros años de vida la mejor escuela, las escuelas hacen también de padres y madres, los medios como la televisión hacen de escuelas audiovisuales y de «guarderías».

    Pero ocurre que todas estas «escuelas» entran en conflicto unas con otras. Ya lo mencionaba mi compañero Garum cuando hablaba de determinados aspectos de la idiosincrasia de la cultura gitana. Es difícil, porque en educación a veces, no hablamos el mismo idioma.

    En esta Torre de Babel que es Entender la Educación, muchos progenitores se sienten con el derecho de educar a sus hijos ante la debacle de la Educación Pública. Si el estado no les garantiza una educación acorde con sus expectativas, ellos/as tomarán las riendas.Puede que estén en su derecho de decidir.Esto, evidentemente es excluyente para un gran número de familias que aunque quisieran no podrían permitirse tal lujo.

    La escuela siempre ha tenido una alta significación social, como rito y espacio de sociabilización, como lugar de encuentro y espacio para ejercer la convivencia entre iguales. Ya lo han expuesto claramente otr@s comentaristas como Chelucana. La cuestión es devolverle la dignidad y el respeto suficiente para hacerla insustituible , eficaz y no contradictoria con el resto de valores sociales y familiares.

    Y por otro lado están los integrismos educativo-religiosos, que dicho sea de paso, también fomenta el propio Estado (¿Laico?) con sus ayudas y subvenciones a la escuela privada-concertada.

    Libertad, sí. Sin duda.Lo contrario sería levantar peligrosas sospechas: Si quieres y estas capacitado/a y puedes, hazlo, educa en casa. La cuestión es a qué precio y si tus hijos-alumnos lo desean realmente. Si no es así, no deja de ser una tiranía familiar (obviando ciertas sectas anacrónicas o dañinas)…más , como la tiranía de algunos progenitores de no llevar (o dejarlos de llevar a su antojo y voluntad) a los niños a la escuela y recibirlos luego (nosotros) en secundaria sin saber leer ni escribir, descolgados, desmotivados, propensos a los problemas conductuales , al abandono prematuro y al fracaso escolar irremediable.

    ¿Podemos decir que estos mismos progenitores tan proteccionistas, en base a su opción personal o cultural, hicieron lo correcto, los educaron, según sus valores, en casa o en la calle? La serpiente que se muerde la cola.

  26. Pingback: Homeschooling y la mala reputación « Salirse de la fila

  27. Gracias, Manuel, nadie mejor que un piel roja para hablar de fuego…

    Serenus, o se te ha olvidado una «s» o me extraña que me llames de usted 😉 Pues mira, creo que hay valores por encima de esta libertad concreta, práctica, a la que le doy una relativa importancia, quizás motivado por el contexto, como he dicho en otro comentario. No, no hay libertad para todo, y además me parece bien que no la haya. Me parece que la libertad tiene más que ver con la igualdad de oportunidades, y en mi contexto, estas «libertades» tienden a hacer que no se dé esa igualdad efectiva. Uf, no sé si me explico…

    Júcaro, no tengo tan claro que las dos opciones sean complementarias. No lo veo así. ¿Puedes explicarme cómo lo son? No lo deduzco de la literalidad tu comentario.

    Resultados en fecha y hora de este comentario:

    Sí, los padres deben tener la opción 48% (10 votos)
    No, la escolarización es insustituible 48% (10 votos)
    No sé, no contesto 5% (1 voto)

    Indiscutiblemente, este blog lo lee menos gente que El País, o votan menos 😉 ¡Gracias a todos!

  28. Por supuesto que se cayó la “s”. Pero lo que no vale nada es la libertad abstracta, las libertades son concretas o no son nada. Y en este caso hablamos de la libertad concreta de unos padres (y del hijo) o del derecho (de ambos) a educar, no hablamos de absentismo, ni de abandono, ni de secuestros…etc Y no veo como el estado en una sociedad libre puede alienar ese derecho sin caer en contradicción. Al visitar la página de estas asociaciones me doy cuenta del grado de ofuscación que tenemos respecto a lo que desconocemos /despreciar cuanto se ignora, decía el poeta/, estas personas están pidiendo precisamente que se regule un derecho, someterse a ley. Cómo podemos pensar que tenemos algún derecho sobre estas personas y más aún a sospechar de sus intenciones, o de si son fundamentalistas o tiene tal o pascual religión…

    Las alusiones a tu contexto explicaría que no sea una cuestión prioritaria para ti -tampoco lo es para mí- y que por tanto no tengas una opinión formada al respecto, pero nada más. Lo pienso y no veo ninguna razón no-totalitaria para enajenar tal derecho: la educación de los propios hijo. La escolarización no es condición necesaria de la educación – y aunque no sea relevante para este tema: ni siquiera es condición suficiente.

    Gracias a Chelucana por sus informaciones.
    Gracias a ti, Juanjo, por suscitar tan ameno debate.Y por ayudarme a conocerme un poco mejor a mí mismo.

  29. PD. Me reconforta comprobar que mi manera de ver el mundo no es compartida por Marchesi y sobre todo por el inefable Mariano Enguita (increible la cantidad de patachodas que puede escribir este hombre por renglón cuadrado)

  30. Puede que tengas razón, Serenus. Es gracioso que dos de Filosofía coincidamos en que mejor no hablar de abstracciones en lo a que la libertad respecta. Sigo pensando el tema…
    Lo de Marchesi y Enguita… mejor no digo nada contra ellos, que no me quiero cabrear, pero suscribo tu paréntesis, cambiando «patochadas» por algo más fuerte…

    Y gracias a ti, Serenus, por todo, sigue sin callarte, por favor, aunque a veces no coincidamos. Te debo más de uno, dos y tres comentarios en tu blog, quede prohibida o no de una puta vez la Celestina 😉

  31. ¡¡Interesantísimo el debate!! Yo soy el del voto de no sabe/no contesta pero según voy leyendo comentarios y opiniones me voy formando una opinión más clara.

    Posiblemente lo más cercano y que resume mi opinión es lo que ha dicho Serenus un poco más arriba respondiendo a Clepsidra, «Te puede parece mejor la escuela -puede incluso que tengas razón y sea la mejor opción. Pero eso no es razón para prohibir la otra posibilidad.»

    Creo que es un error prohibir a unos padres elegir la educación que quieren para sus hijos. Partiendo de que los padres queremos lo mejor para nuestros hijos -aunque podamos estar equivocados y no lo hagamos de una manera perfecta- lo mínimo es permitir que cada uno elija el método que prefiera.

    Sin embargo ahora una cosa negativa, y es que mucho me temo que al final esto va a terminar derivando en un tema más político que educativo, y eso es lo peor que puede pasar. Y si no al tiempo.

    Seguiremos comentando… Saludos.

  32. ¡Uyyys, Juanjo! ¡Que he votado dos veces o tres, y con la de ahora mismo cuatro, creo! ¡Ya ni me acuerdo! :-))

    Pero entiéndeme, que en este blog tan lleno de visitas de educadores, estaba claro hacia dónde iba a inclinarse la balanza… Aceptar que padres y madres pueden educar, al menos tan bien como los profesores, no es nada fácil 😉

    Serenus, me alegro de que te hayan servido los enlaces.

    En este otro vídeo (son tres) hay una charla de Solina Oprean y Azu Caballero en Biocultura ’07 en donde explican qué es el homeschooling.

    http://www.educacionlibre.org/inicimarc.htm

    José Luis, cualquier movimiento o demanda social es susceptible de ser politizada por parte de la prensa y, consecuentemente, por la opinión pública. No hay más que leer el artículo y los ejemplos de homeschoolers que han elegido. Sin embargo, la mayoría de familias que yo conozco que educan en casa tienen una orientación politica de izquierdas. Creo que hay de todo.

  33. Júcaro

    Juanjo, lo que pretendía expresar cuando escribí que podían ser complementarias ambas opciones es esa obligación que tenemos los padres de estar vigilantes en la enseñanza que reciben nuestros hijos en los centros educativos y que no debemos despreocuparnos del acto educativo ni depositar en la escuela toda la obligación de formar a nuestros hijos.

    Por desgracia no todos estamos preparados para dar una formación suficiente a nuestros hijos. Ni somos enciclopedias vivientes ni tenemos todos tenemos las habilidades y recursos de los docentes pero hay casos en los que podemos complementar esa labor del centro. Tengo un vecino que es un auténtico «manitas», entiendo que sería beneficioso para el hijo aprender esas habilidades que domina el padre, un amigo es músico y seguro que tiene mucho que enseñar a su hija en esa disciplina. Por otra parte el niño que no está escolarizado, tengo la impresión que aprendería mucho en un centro escolar no ya de los profesores sino de sus propios compañeros, al compartir un mismo espacio.

    Entiendo que los niños deben ir a un espacio común, aprender a vivir, convivir o sobrevivir entre iguales. Luego si en casa tiene la fortuna de contar con unas posibilidades de mejorar su formación, ésta debe aprovecharse. La no escolarización salvo en muy concretas ocasiones no debería ser aceptada por el Estado. La libertad es muy importante pero, ¿damos libertad a un padre para que explote laboralmente a su hijo menor de edad? Entiendo que el Estado debe arbitrar fórmulas para que la no escolarización sea admitida solo en supuestos de máximas garantías para el menor.

  34. Después de leerme el 95% de todo lo que se ha escrito aquí, creo que ya puedo decir algo aunque que sé que no será lo suficiente. Si habéis leído el artículo «La casa no es un escuela» podéis leer aquí mi respuesta a Pilar Alvarez, http://www.hazteoir.org/node/14970

    Mirad, los que educamos en casa sabemos que no sabemos todo. Educar en casa a tus hijos es para aquellos que QUIEREN y PUEDEN hacerlo. Yo por lo menos, no intento convencer a nadie de que educar en casa es lo que todos deben hacer, para nada, es lo que mi marido y yo hemos decidido hace casi 2 años y por eso lo hacemos. Mis hijos fueron al cole hasta entonces. No estoy en contra de la escuela, pero tampoco me atreve a decir cual es la educación perfecta y si alguien lo sabe, me lo diga por favor.

    Educar en casa es para aquellos que quieren algo diferente para sus hijos. No estiendo a los que dicen que los hijos no son de los padres, ¿de quién son entonces? ¿del gobierno, del vecino del quinto…? Los hijos son de sus padres, y el gobierno puede hacerse cargo de ellos si ninguno de sus progenitores está capacitado para ello.

    Tampoco me atrevo a decir que esto es para la «elite» o gente acomodada. Por mucho que os cueste creerlo la mayoría somos gente normal, que nos cuesta llegar a fín de mes, que como yo, vivimos en un piso de protección oficial, vamos, que no sé por qué a la gente le da por pensar que somos gente acomodada que no necesita dos salarios. Claro que mi marido y yo podríamos tener dos salarios, pero entonces aquí entra lo que cada uno considera más importante en su vida. Educar en casa requiere replantearse la vida de otra manera, buscar dos turnos de trabajo, acomodar la vida de modo a cómo quieres tú vivirla en lugar de cómo la sociedad quiere que la vivas.

    No es fácil, o a ver si pensáis que no me como yo el coco para ver en qué manera puedo enseñar esto a mi hijo para que lo entienda mejor. Pero mientras tenga a mis hijos bajo mi techo, voy a intentar de todo, aunque me deje media vida en el empeño. Aunque nos critiquen a más no poder, me importan más mis hijos que las opiniones adversas. Nos hemos tenido que enfrentar al inspetor de educación y a la fiscalía del menor. Vamos, que cuando nos dijeron que nos imputaban por desacato y abandono de familia por educar a nuestros hijos en casa, casi me caigo de la silla.

    Así que por favor, a aquellos que no entendéis lo que hacemos, no intentamos convenceros, sólo ejercer un derecho que la misma Constitución Española nos da, que es elegir cómo educar a nuestros hijos. No intentéis vernos como sectarios, o que queremos enseñar a nuestros hijos cosas raras, somos gente normal y no me cansaré de decirlo.

    Un saludo y hasta otra, os seguiré leyendo. 🙂

  35. Me gusta lo que dice Ketty, eso de que ella no intenta convencer a nadie de que educar en casa es lo que todos deben o debemos hacer. Partiendo de ese respeto a los demás, no estaría de más respetar también su opción, aunque podamos pensar que están equivocados -yo no lo tengo nada claro-.

    Comentas, Júcaro, que los niños deben ir a un espacio común, aprender a vivir, convivir o sobrevivir, pero ahí, ¿estás dando por supuesto que los niños de las familias que optan por la educación en casa no conviven con otros niños, no se relacionan…? Puedo estar equivocado pero yo no creo que sea así.

    Y en cuanto a que la no escolarización no debiera ser aceptada por el Estado, no puedo coincidir contigo, vale que habrá que regularlo de algún modo, vale que si no se consiguen unos determinados objetivos habría que tomar medidas, pero dejemos que al menos lo intenten y no sean perseguidos por actuar de manera diferente a la habitual.

  36. Creo que las dos posiciones se van definiendo, por una parte los prohibicionistas, por otro los que creen que debe ser una elección personal y que al estado le corresponde reglarlo de manera que se respeten los derechos tanto del menor ( protección) como de los padres.

  37. Un momento, un apunte. Yo no pido una regulación por parte del gobierno, sino un reconocimiento de la educación en casa. Si el estado lo regula, van a pedir tales exigencias que casi nadie podría cumplir, lo veo venir. Y muchos padres que educan en casa por tener una idea diferente de la enseñanza, no van a pasar por ése aro, y tienen todo su derecho. La educación es tan amplia, que cada uno la puede llevar a cabo como crea más conveniente.

    Yo pido un libertad de en qué colegio poder escolarizar a tu hijo a distancia como los tengo yo matriculados en EEUU.
    Pido una libertad para que si un padre tampoco quiere o no puede costearse una matrícula que no se le obligue tampoco. A ver, si por el simple hecho de estar un niño matriculado en un colegio, quiere decir que está siendo educado, pues no, eso ya lo sabéis vosotros.

    Si para mí es muy sencillo. Solamente hace falta que por poner un ejemplo, un trabajador de servicios sociales, te visite, y en cuando entre por las puertas de tu casa, ya verá que tipo de educación llevan tu hijos. Eso sí, familias de ALE se han topado con trabajadoras sociales estupendas,que han entendido muy bien el concepto de educar en casa, hasta trabajadoras sociales que han hecho un informe patético sobre un niño al que ni siquiera han visto o no conocen. Esto es lo malo del asunto, pero eso es como con todo, depende de la persona que te toque podrás salir adelante con ello o no.

    O sino, que investiguen en los países donde se lleva años educando en casa que aprendan de ellos, a ver qué sistema llevan para más o menos velar por el bien del menor.

    Yo desde luego no tengo nada que ocultar, por eso en su día llamé los servicios sociales para que vinieran a mi casa para que vieran lo que hacemos y explicar mi modo de enseñanza. ¿Lo curioso del asunto? Pues que no quisieron venir, no sé por qué, o si se pondrían nerviosos o qué, pero el caso es que su respuesta fue que esto no era competencia de ellos, y se quedaron tan anchos. Me consta que también fueron avisados por la inspección de educación para que nos revisaran, y les respondieron lo mismo. Así que imagino que como nadie quería mojarse, lo más fácil era entonces enviarnos directamente a la fiscalía, con el resultado que ya todos sabéis. Si creo que no es tan difícil averigüar si un niño está siendo respetado o no en su casa. Yo no soy una experta en la materia, pero eso se puede ver en la cara de un niño,en sus ojos, al verles actuar o jugar, al hablar con ellos cinco minutos. Estoy harta de ver a niños en el parque que sólo verles como se mueven o te miran te dice mucho de ellos y casi te puedo decir si a éste niño lo tratan bien o no, solamente pasando un rato con ellos. Bueno, lo dejo que me alargo demasiado.

    Todo por ahora, seguiré vigilándoos 🙂
    un saludo.

  38. Ketty

    Me parece que si el estado reconoce la educación en casa, deberá también velar porque se cumplan los derechos del niño. Y eso supone alguna tipo de regulación.
    Otra cuestión de la que no has hablado y es importante es la cuestión de las titulaciones que el niño debe adquirir para su desempeño en la sociedad.. ¿qué hay de eso?

  39. Es cierto serenus, y creo que es algo muy importante.

    En estos momentos ya no existen los exámenes por libre que había antaño. Hoy sólo te dejan examinarte por libre de 4º de la ESO con 18 años. Lo cual, provoca que nuestros hijos pierdan dos años esperando para poder examinarse de 4º de la ESO, ya que lo normal sería que se puedan examinar a los 16 años, cuando la terminan,y así poder acceder al bachillerato Así que por esa razón tenemos que matricular a nuestros hijos en el extranjero, para poder seguir la titulación a tiempo.

    Así que yo sí soy partidaria de los exámenes por libre, y que podamos presentar a nuestros hijos a esos exámenes sin exigir una edad para ello.

    Y puestos a pedir 🙂 también me gustaría que nos dejaran examinar a nuestros hijos al acabar la enseñanaza primaria, con 12 años. pero por lo que sabréis, tampoco es posible. Yo misma propuse al inspector y al director de un colegio si nos dejarían apuntar a nuestros hijos en el colegio pero llevarles sólo a los exámenes, y la mirada de ambos fue como si yo fuera un extraterrestre.

    Así que ya ves serenus, ésa misma manera sería un manera de reconocer or «regular» si los niños están siendo educados o no, ¿no crees? Quizás poco a poco, si conseguimos que educadores de colegios públicos nos apoyen (aunque lo encuentro difícil), o alguien se siente con nosotros a «pactar» una buena solución para todos, yo sería la primera en sentarme a un mesa para ayudar a buscar soluciones.

    un saludo y hasta ot

  40. Júcaro

    José Luis; Escribo de esa necesidad de compartir espacios fuera de la vigilancia y del control paterno, materno o familiar. En un centro educativo hay personas ajenas a la familia y ese factor lo considero de interés para el desarrollo social del niño. En referencia a mi posición contraria a que el Estado acepte la no escolarización seguramente no me expresé de manera adecuada. Escribí que «la no escolarización, salvo en muy concretas ocasiones, no debería ser aceptada por el Estado». Por ello no niego la posibilidad a nadie para pedir la educación en casa, lo que demando del Estado es que sea cauteloso para evitar que a un desalmado se le otorgue esa posibilidad. Por como se expresa Ketty en estos comentarios, parece una persona perfectamente capacitada para tal empresa pero, ¿todos los que lo solicitan son como ellas? Yo pido garantías, no prohibiciones.

    La verdad que es un debate apasionante y otro acierto más de Juanjo al proponerlo.

    Saludos

  41. ¡Esto se pone efervescente2h!

    ¡Que lujo, Ketty, contar con tus comentarios en este espacio! ¡Qué atinadas tus preguntas, Serenus! Vigílanos, Ketty. Sí. Que estaremos encantad@s de leerte por aquí.

    Imagino a Juanjo, je, je, hinchado de esa vanidad que tanto le criticamos a veces. Es posible que este blog lo lea menos gente que EL País, sí 😉 Pero cuenta con comentaristas de primera 🙂

    ¿Decías algo de cerrar, Juanjo? Desde luego tienes la habilidad de proponer los debates más jugosos y polémicos. ¡Ni se te ocurra, cerrar!

    Saludos a tod@s

  42. #Jucaro: No me cabe duda de que es bueno que los niños se relacionen con otras personas de fuera de su ámbito familiar, creo que en esto todos coincidimos.

    En cuanto a lo de las garantías, posiblemente Ketty nos da la respuesta, si los niños pudieran «examinarse» nos estarían dando una «medida» de si su aprendizaje está siendo el correcto o no. Nota el entrecomillado de examinarse y medida.

    Saludos

  43. Hola, soy Zaït, como Ketty, yo también he optado por no delegar la educación en terceros y lo he hecho únicamente porque creo que es mi responsabilidad hacer que estas dos criaturitas que tengo se conviertan en personas adultas felices y con capacidad para tomar sus propias decisiones.

    Lo de «examinarse» para que de una «medida» de su aprendizaje, lo veo bien en origen, ya que el Estado ha de comprobar que esos niños están siendo respetados en sus derechos. El inconveniente es qué tipo de examen y qué tipo de medida. Si les van a examinar como en el colegio, y les van a pedir lo mismo que en el colegio, para eso, les meto allí y sabrán mejor lo que les quieren inculcar. Porque no nos engañemos, que una instrucción es una inculcación. Y si les enseño (o dejo que aprendan) yo es porque yo me he marcado una linea educativa, si me marcan desde el ministerio una linea (mediante esas evaluaciones) apaga y vámonos, porque están prohibiendo la libre educación indirectamente. ¿Y si yo quiero seguir una pedagogía inspirada en Pestalozzi, Montessori, Sudbury, Reichiana,…? Sencillamente ese tipo de exámenes, que serían de acorde a la única pedagogía que existe reconocida oficialmente en el sistema educativo español, nos impedirían optar por cualquier método en el que el resultado final y el desarrollo del niño sea más importante que las valoraciones competitivas de la escuela. También hay que pensar que, si leeis la ley, dice claramente que los exámenes y seguimientos del niño son en realidad para informar a los padres, que son los responsables de la educación y enseñanza de estos, y por consecuente, han de estar informados de qué se está consiguiendo con sus hijos. Desde ese punto de vista, el de la ley, queda fuera de lugar cualquier tipo de examen de conocimientos. Lo que debería haber es un control de que ese niño esté bien atendido en lo más básico, únicamente que se están respetando sus derechos. Pero esto no para los padres que no escolarizamos, PARA TODOS, pues tiene miedo de que nosotros les podamos hacer algo a nuestros hijos cuando en realidad tenemos recelo de que su desarrollo como persona sea la mejor (por lo menos la que creemos mejor, eso ya es subjetivo); pero ¿cuántos padres que llevan a sus hijos a las escuelas están violando derechos fundamentales de sus hijos? Por desgracia muchos, el objetivo no son los padres que no escolarizan a sus hijos, el punto de mira se ha de poner sobre los padres irresponsables, que pegan a sus hijos, que les hablan con odio, que no les dejan ser libres para dirigir su propia vida,…

  44. Bueno, ya he leido el artículo de «El País», sus comentarios y todos los comentarios de este post. Aún no he visto el vídeo que propuso Chelucana y que pones en el siguiente post, pero me he decidido a contestar ya.

    La verdad es que tiene gracia porque, al leer todos los comentarios seguidos, en vez de poco a poco, como se van escribiendo, la conversación (puede llamarse así) me ha recordado al reciente debate sobre los matrimonios homosexuales. Os estaréis preguntando porqué. Pues por el hecho de que todos ponemos casos concretos o imaginamos situaciones que apoyen nuestra posición. «Qué pasa si los padres son racistas», «Yo conozco una familia que…», «Puedo hacerlo mal, pero mis profesores lo hicieron peor», «A esos niños le faltará el contacto con otros niños»… me recuerdan a frases como «Si son homosexuales, a sus hijos les enseñarán a serlo», «En esas casas no hay cariño», «Pues yo conozco una pareja de gays que…», «Puede haber más cariño que en muchas parejas heterosexuales», «A esos niños les faltará una madre, dos padres no es lo mismo»…

    Aborto, eutanasia, matrimonios homosexuales, homeschooling… todos los debates acaban en lo mismo. ¿Por qué no somos capaces de entender que permitir algo (o dar la opción) no es lo mismo que obligar? Nadie te obliga a casarte con alguien de tu mismo sexo, se trata unicamente de permitírselo a los que quieren. Nadie obliga a educar a los hijos en casa, solo se habla de libertad de elegir. ¿No es eso lo que se busca, la libertad de los individuos?

    En cuanto a que los hijos no son de los padres, lo mismo. Los padres toman una decisión que afecta a sus hijos sin consultar con ellos, como si les pertenecieran… ¿es que alguien le pregunta a los niños si quieren tener dos padres, o dos madres? ¿Les preguntan cuando, por motivos de trabajo, se tienen que ir a otra ciudad, y buscar nuevos amigos? Y cuando deciden separarse porque ya no hay amor, ¿les preguntan? ¿Acaso para bautizarlos? ¿O para llevarlos a un colegio o a otro? Parece ser que esa decisión ya se tomó hace tiempo, y la balanza cayó del lado de que los hijos pertenecen a los padres hasta que puedan pertenecerse a ellos mismos.

    Nadie obliga a abortar. Nadie obliga a desconectar un respirador. Nadie obliga a educar a sus hijos en casa… ¿Por qué obligar entonces a tener un niño, a vivir sufriendo y haciendo sufrir, a educar a tus hijos en la escuela…? Una pena, siempre queremos que los demás hagan lo mismo que nosotros, pero eso sí, que a mi me dejen hacer lo que quiera.

    Saludos a todos.

  45. da-beat, completamente de acuerdo contigo. Permitir no es obligar. Y el respeto se consigue con la pluralidad, no con el igualitarismo (que no igualdad).

    Yo creo que para nosotros (mi familia) educar en casa es la mejor opción, pero igual para otra familia no. Cada cual que actue de forma coherente con sus ideas y respetando las de los demás. Esa es la base de la libertad.

  46. Vaya, éste blog se está convirtiendo en «un ojeo» diario para mí, me interesa ver vuetras opiniones pues veo que tratáis un asunto tan importante con respeto aunque todavía no lo entendáis. He pasado por blogs y por leer comentarios que desde un principio y sin conocer del asunto ya nos llaman rebeldes, o revolucionarios, sectarios o vete a saber qué. Agradezco mucho a aquellos que no sabéis que opinar al respecto, ya que quizás no habéis conocido a nadie que eduque en casa, o simplemente no estáis seguro cómo tratar el asunto.
    En España todavía no tenemos record de niños educados en casa, excepto por Madalen Goiria, profesora de Derecho Civil en la universidad del País Vasco, que hizo una pequeña encuesta éste año, en su blog podéis encontrar información de gra valía. http://madalen.wordpress.com/

    En otros países sí que se han hecho informes sobre los educados en casa, es el caso del informe de Paula Rothermel, que da buenas estadísticas, si a lguien le interesara leerlo seguro que se lo puedo enviar.

    Y zaït tiene razón en cuanto a lo que dice cómo evaluar a los niños. No todos los que educamos en casa utilizamos los mismos métodos. Entonces difícil sería que aquellos que usan el método Waldorf o Pestalozzi, fueran evaluados de esa manera. Creo que lo importante es simplemente que se vele que el menor está en buenas manos y siendo atendido, cuidado y educado. Porque ¿quién se atrevería a decir cual es el método perfecto de enseñanza? Yo no desde luego, y si alguien se atreve, yo os escucho :-)y tomaré nota.
    un saludo,

  47. Pingback: La estela de la polémica « La opción de educar en casa.

  48. Bueno, me lo he leído todo del tirón, sin esa digestión temporal tan adecuada a veces, pero intentaré expresar lo que pienso (al menos a fecha de hoy):
    Yo estoy a favor de la escolarización. Lo que no quita para que en casa haya educación, por supuesto. como se ha dicho por ahí, se complementan, o han de complementarse. Y es que la escuela es una forma de que «los hijos se libren de la influencia de sus padres», como he leído alguna vez. Evitar la endogamia familiar, sacarles de la pecera. Eso se acerca más a la idea de alcanzar un espíritu crítico y libre. Otra cosa es, y se saldría del debate, que haya que reformar la escuela. Pero la escolarización en casa, que ya sé que no se defiende como obligatoria, es una solución individual a un problema colectivo que se percibe. Y así nos va, me temo.
    Otra pregunta que me surge es mi propia formación como profesor. No me cabe ninguna duda de que un padre puede hacerlo mejor que yo, ¿por qué no? Entonces, ¿para qué la formación? Ya sea para maestros o profesores… No es un sarcasmo, sino una pregunta. Pero simplemente creo que dejar a mis hijos en casa, conmigo, sería hacerles una faena. Y es, claro, una opinión. Y hablo de mí, no de un yo mayestático…
    Y me apunto a la sonrisa de la alumna de Juanjo. La entiendo.
    Un abrazo.

  49. Desde luego, no lo veo mal siempre y cuando mantengan cubiertos otro tipo de necesidades: en el colegio, no sólo hay estudios, hay relaciones, buenas y malas, amigos, aprender a hablar con los profesores, distintos puntos de vista sobre el mundo, conocer a chicos con familias diversas, diferencias que nos hacen únicos… En cuando a la metodología, seguramente con buenos materiales se puede dar clase a tu hijo y que éste aprenda lo mismo que en el colegio, pero dudo mucho que desarrollen el resto de capacidades si no se rodean de niños que, como ellos, también se caen en el patio de colegio.

  50. ¡Qué barbaridad! ¡Lo que estoy aprendiendo! A mí también me parece fantásticamente respetuoso el debate. Es un lujo contar con Ketty y zait por aquí. Lo llevo pensando unos días, sin escribir por no precipitarme, y no veo la posibilidad de permitirlo sin regularlo (aunque entiendo tus miedos, Ketty), como forma de asegurar el derecho del menor, que seguro que en vuestros casos están más que cubiertos, pero no sé en otros.

    Se me plantean algunas dudas, que igual ya habéis intentado responder, pero que no se me quitan de la cabeza:
    ¿Cómo distinguimos el homeschooling del absentismo escolar sin ninguna regulación, sólo por informes de trabajadores sociales que como dice Ketty pueden ser de diferentes estilos?

    Al hilo de lo que plantea Fernando, también se me viene a la cabeza la pregunta: ¿Es esta práctica, por lo general, una actitud de reacción ante un sistema que se considera fracasado?

    No tengo mucho tiempo y sí infinidad de dudas. Me está encantando el debate. ¡Muchísimas gracias por hacerme pensar tantísimo! Es un lujo leeros, un lujazo. Y que no pare la cosa, que no pare, que seguiré leyendo atentísimamente. No sabéis bien lo que me alegro de haber sacado el tema 😉

  51. Más preguntas se me vienen a la cabeza…

    ¿Qué papel desempeña internet en este tipo de educación? Lo supongo importante, pero no sé. ¿De alguna manera hemos sido claustrales homeschoolers en nuestros CIOs? ¿No?

    ¿Se usan libros de texto de las editoriales convencionales, por curso, asignatura?

    ¡Ah! Y touché, Chelucana, mucha guasa… 😉

  52. ¡Madre mía!¡Cuántos lados tiene esta cuestión!

    La primera respuesta que se me ocurrió fue ponerme en el lugar de los niños y ver qué podían ganar o qué podían perder si son educados en casa.

    Para ilustrarme mejor he preguntado a mi hija, 16 años, 13 de colegio,y a mi hijo, 13 años, 10 de colegio. Sus respuestas han sido tajantes: a pesar de sus quejas diarias al levantarse, y sus suspiros por las vacaciones, ambos coinciden (por fin) en señalar que ni de broma hubieran preferido no ir al colegio.
    Sus razones: ¿Sin compañeros? ¿Todo el día en casa? ¿Siempre bajo el control de los padres? ¿Con qué edad hubiéramos entrado en el sistema? ¿En el bachillerato? ¿Cómo saber entonces estar y defenderte en un aula si no has estado nunca en una?
    ¿Cómo vas a tener una opinión distinta de la de tus padres si son ellos los que te enseñan lo que ellos quieren y como ellos quieren? etc. etc.

    Dice Silvio Rodríguez: ¿Hasta dónde debemos practicar las verdades?

    Yo me pregunto: ¿Dónde terminan nuestros derechos como padres y empiezan los derechos de nuestros hijos?

    Es cierto que un derecho no obliga, entre adultos vale, pero en este caso, el derecho de los padres ¿entra en conflicto con el derecho de los niños a recibir una educación con otros niños?

    Al no exponer a nuestros hijos a un mayor contacto con el mundo, con la sociedad, con otras formas de vivir, y de interpretar la realidad, sino que nos empeñamos en manetenerlos apartados de tales influencias, ¿no confesamos de alguna manera la debilidad de nuestra forma de hacerlo? Quiero decir que si tengo tanto miedo al contacto con otros valores, otras formas, diferentes a las mías, ¿no será que carezco de argumentos para defenderlas ante mis propios hijos?

    Ya es bastante difícil ser padres y madres, por encima de ser amigos de nuestros hijos, si además se mezcla también con ser profesores… ¡qué difícil ¿no?!

    En el supuesto de que los niños que estudian en su casa obtengan una formación en las materias que sea igual o incluso superior a la del colegio, me pregunto ¿a qué precio? ¿merece la pena?

    Lo mejor del colegio, lo que todos recordamos, lo que ayudó a hacernos lo que somos ¿es el nivel de formación adquirido? ¿Tenemos los padres el derecho a decidir privar a nuestros hijos de la experiencia escolar?

    ¿No encierra esta fórmula a los niños más en casa?
    No hace mucho se hablaba de cómo ya nuestros hijos han perdido la calle, como lugar donde jugar, donde estar con los amigos sin peligro, lo que fue para nosotros. Ahora ¿van a perder también la escuela?

    Por otra parte, la escuela cumple con más funciones, ¿Cuántas irregularidades que ocurren en el seno familiar son detectadas en la escuela?
    ¿Cuántas veces los alumnos cuentan a sus profesores lo que no cuentan a sus padres?

    Yo sigo prefiriendo trabajar en la mejora permanente de la escuela.
    Un abrazo.

  53. Acabo de leer el comentario de Lola, y coincido con ella… ¡hasta en el nombre!

  54. Pues verás Juanjo, internet es una herramienta que nos viene de maravilla. Yo por ejemplo, uso los libros que se usan en la escuela, con la diferencia que nosotros lo cubrimos 🙂 sin querer dañar la sensibilidad del lector, pero digo esto porque todos los libros que uso me los han dado madres de sus hijos, y están sin estrenar, vamos, ni dos páginas usadas. Usamos libros de Santillana, Casals y alguno más que no recuerdo y no me apetece ira a la estantería a buscar, estoy agotada hoy, tengo «lunitis» 🙂

    Pero a veces los libros son un poco «aburridos» y les pido a los niños que busquen esto o lo otro por internet. Ahora por ejemplo en la clase conjunta que hago con otras dos familias de homeschoolers (os explico si queréis lo que hacemos, si os interesara ) estamos haciendo con todos los niños un proyecto sobre la muralla china, un poco de toda su hitoria. Pues cada niño tiene que buscar información en internet y sacar una foto y hacer un dibujo de esa foto.
    A mí también ahora me ha dado por introducir en el currículum de mis hijos el griego. Así que por internet hemos encontrado un programa de autoenseñanza, y es de gran ayuda, a mí para ayudarme a recordad lo que en su día aprendí, y a los críos para ver estas bonitas letras que ahora mi hija mayor encuentra en su libro de física y química y sabe por lo menos cómo leerlas.
    Así que sí Juanjo, nosotros usamos el maravilloso mundo del internet. Esta herramienta bien usada, es estupenda.Cada padre que educa en casa va a utilizar todo lo que tiene a mano y hoy día lo tenemos más fácil que antaño, la verdad.
    saludos y hasta otra.

  55. Hola Lola, muchas preguntas y dudas, pero es normal, no es fácil comprender la educación en casa por eso algunos que educamos en casa hemos entrado en este blog, no para haceros cambiar de opinión, ni para convenceros, sino quizás para ayudar a entender un poco mejor el asunto desde el punto de vista de alguien que está dentro.

    Mis hijos han ido todos al colegio hasta hace dos años. La mayor terminó 6º de primaria. En un principio hicimos la prueba con sólo dos de nuestros hijos para ver cómo nos iba. Los otros dos que seguían en el colegio ns suplicaban que ellos también querían se enseñados en casa, pero les dejamos en el colegio hasta terminar el curso. Así que como ves no todos los niños son iguales, el que unos niños quieran ir al colegio no significa que todos quieran. Mis hijos han probado los dos mundos y de momento quieren quedarse como están.
    Mira, y doy clases de inglés a niños de 9 a 11 años en un academia y claro, todos saben que educo a mis hijos ya que hemos salido varias veces en el periódico. Un día les pregunté eso mismo a los niños, y algunos dijeron que les gustaba ir al cole y otros que qué suerte tenían mis hijos al poder estudiar en casa. Así que a la hora de ecoger, te encontrarás de todo.
    En cuanto a las irregularidades que puede haber en una familia, eso desgraciadamente puede pasar en cualquier familia, no sólo porque eduques en casa y parezca que nadie se entere, se vaya a dar más esos casos. Estamos hartos de escucharen las noticias de niños maltratados,abusados ec, y todos van al cole. Y si no fueran al cole estoy casi segura se puede detectar de otra manera, no vayamos a pensar ahora que todos los niños educados en casa es por culpa del control freak de los padres. Eso puede pasar en cualquier familia.

    Otra cosa que me ha llamado la atención es el pensar que queramos ser los colegas de nuestos hijos. Curiosamente me harto de decirle a la gente que nunca seremos colegas de nuestros hijos seremos sus padres siempre, y ya está, para eso tienen sus amigos. Y me aseguro bastante bien de que mis hijos sepan la diferencia.

    Todo por ahora, me extiendo demasiado.
    un saludo

  56. Lola, estoy segura de que los niños y las niñas que se educan en casa han recuperado la calle (en el sentido de Tonucci, la calle como espacio educativo). Educar en casa supone una menor inversión de tiempo y mayor rentabilidad. Se educa con múltiples recursos: los libros, el entorno, otros espacios educativos, e incluso el colegio, a través de las actividades extraescolares que ofrece (aunque, curiosamente, los centros escolares suelen rechazar la participación de homeschooler) Y todo ello gracias a que están libres de las restricciones horarias que impone la escolarización.

    ¡Ojo! Decir que no tienen limitaciones horarias no implica que no estén organizados ni planifiquen su actividad diarias. En ocasiones, de forma mucho más consciente.

    Ya lo hemos comentado antes, educar en casa no significa encerrar en casa. Si partimos del paradigma «escuela» nos costará trabajo entender que no son necesarias 8 horas (el tiempo que habitualmente permanece el alumnado de primaria en el centro) para aprender lo que se enseña en la escuela. Que es mucho más sencillo despertar la motivación por aprender si se parte de las experiencias concretas cotidianas y se explora a partir de ellas los contenidos educativos. Que, lejos de estar bajo el control permanente de los padres, el niño y la niña educados en casa desarrollan una mayor madurez y autonomía al permitírsele madurar y aprender a su propio ritmo y en la dirección que elija.

  57. Buff, Chelucana, más claro…. imposible. Buena explicación, ¿educas en casa? 🙂 🙂

    saludos

  58. Sí, Ketty, educo en casa, como espero que haga el resto de padres y madres con sus hijos e hijas. Pero no soy homeschooler 😀

    Bromas aparte. Ehhhh… El año pasado estuve a punto de intentarlo. Tenía buenas razones para ello. Pero al director del cole de mis hijas no le pareció tan buena idea 😉 Habría resultado chocante para el resto de la comunidad educativa.

    Sigo algunos blogs de homeschoolers y me dan ganas de invitarles a participar en este debate 🙂 ¿Qué os parece?

  59. Por mí adelante chelucana, así podéis ver diferentes puntos de vista y diferentes maneras de enseñar.
    Y es verdad, no es fácil ir contra corriente. Si uno decide educar en casa tiene que tener una convicción de ello, porque eso facilitáría las cosas a la hora de tener que «enfrentarse» a la sociedad, la familia, los amigos (contra la fiscalía 😉 )etc. Ahora ya eso lo tenemos superado. 🙂
    Nosotros desde un principio nunca escondimos que educamos en casa, pero desgraciadamente y debido a las presiones de la administración, sí que coozco a familias que lo llevan a la chita callando. No se les ocurre salir a la calle una mañana con los niños para que nadie les vea y no hagan preguntas de si van o no al colegio. ¿Porqué hay que esconderse? Sí a mí un día me da por ir a ver una exposición, o llevar a los niño a la piscina, o a la playa a recoger conchas, o ir a San Sabastian a visitar una de las tanta bellas iglesias ¿por qué tengo que esconderme? Pues no, yo aquí sí que me rebelo. Eso es una de las cosas bellas de educar en casa, que podemos aprender de cualquier excursión.
    O como el año pasado, que un día cayó una nevada, y decidimos hacer «gimnasia», cogimos los trineos y detrás de casa, a tirarse por la montaña tocaba. Lo que te lleva a preguntas como cómo se forma la nieve y esas cosas, siempre hay una oportunidad para aprender algo, de todo vamos.
    Bueno, me toca correr ahora, hasta otra.

  60. Maribel

    Bueno…qué interesante el tema. Aprendo mucho leyendo.
    Yo también tengo mis dudas. Existen familias que son capaces de ofrecer a sus hijos e hijas la educación que ellos creen mejor. De acuerdo en el derecho de elección de los padres y madres. Pero me sigo cuestionando el factor de socialización que se le presupone a la escuela. Las experiencias que los alumnos y alumnas viven en ella son múltiples, diversas, heterogéneas… Tienen que aprender a resolver conflictos entre iguales, a convivir, a compartir…Conocen realidades personales y familiares de diversa índole, en las que su implicación supone un aprendizaje sobre la vida. Creo que la escuela proporciona un aprendizaje para la vida, quizás lo más importante que pueda enseñar, porque la información está ahí, accesible.
    Por otra parte, comentaros que yo también me desespero a veces pensando que la educación que están recibiendo mis hijos en la escuela no es la ideal. Creo que la escuela pública necesita urgentemente recuperarse, llegar a «ser pública», como dice Enguita. En esta tarea todos y todas somos responsables, pero siento que alejar a los chicos y chicas de la escuela sin luchar por su transformación es una pérdida, porque sois estas familias precisamente las que mejor podéis ayudar en esta ingente tarea que tenemos por delante.
    Debo seguir reflexionando.
    Un abrazo.
    Gracias por vuestras aportaciones.

  61. A.L.

    De acuerdo, pero hay muchas maneras de luchar por la mejora de la educación, y una puede ser con el testimonio de que hay diferentes maneras de vivir y de aprender. Las familias que educamos en casa no estamos al margen de los problemas e inquietudes de nuestros conciudadanos, y nuestros hijos tendrán mucho que aportar el día de mañana también al no haber sido cortados por el mismo patrón y relativizar cosas que otros dan como absolutas. La sociedad cambia, los seres humanos debemos ser libres de elegir nuestras opciones de vida, entre las que están el cómo y dónde educar a nuestros hijos, resposabilidad primera de los padres.

    El homeschooling es una opción ya probada en países donde se empezó hace décadas y con buenos resultados, los niños socializan de otras maneras -la única válida no es la de estar encerrados entre cuatro paredes horas y horas, día tras día, año tras año, con treinta de su misma edad-. En el patio no siempre son tan felices como nos cuenta el artículo de El País.

    Ayer mis hijos me acompañaron a visitar a unos amigos octogenarios que nos regalaron comida y postre. Les hicimos unos recados. Luego llevamos una ayuda que nos dieron para una familia inmigrante con niños pequeños que vive cerca. En el pueblo nos conocen bien y son niños alegres, educados, tranquilos, tan sociables que me preguntan a veces que a qué colegio van que se portan así de bien. Una vez respondí, a ninguno, por eso se portan bien. Por desgracia, creo que esta respuesta tiene mucho de verdad, y observación corriente entre las personas que conocen familias homeschoolers. Los niños saben relacionarse mejor con personas de todas las edades y tienen menos problemas de comportamiento y menos tontería juvenil. Tienen también mejor relacióon con los padres. En fin, creo que sin idealizar la opción de la educación en casa, es algo serio a tomar en consideración. Eso sí, fácil no es, requiere enorme sacrificio, aunque hecho por amor a los hijos se lleva bien, y también da grandes satisfacciones, y dificultades también. Normalmente los padres que toman esta decisión son padres responsables y concienciados, no tengais miedo de que salgan abusos y cosas por el estilo, porque los que maltratan y descuidan a sus hijos no van a optar por algo que exige tanto a nivel personal.

    El dinero, pues depende cómo se mire: una familia que se desvive para ganar más para pagar un colegio, si quita ese gasto de colegio, y vive más austeramente, igual puede prescindir de un sueldo. De todos modos, las madres que hemos escrito por aquí, no somos ni de lejos ricas…

  62. Sorina

    Hola a todos, me ha encantado leer vuestras opiniones – yo sólo descubrí hoy el blog – y el debate sobre la educación en casa.
    Intentaré poner mi granito también.
    Creo que la gente tiende a deslizarse hacia el falso debate «¿es bueno el homeschooling? ¿qué es mejor: escuela o homeschooling?» cuando está claro que las dos opciones son buenas, según el caso. Quiero decir que ningún sistema es perfecto – ya lo sabemos – se trata simplemente de elegir el que mejor te parezca a ti, como dijeron algunos por aquí. Es la libertad de un estado democrático. Nadie dice que los padres dejemos de dar la enseñanza básica obligatoria, sólo pedimos elegirla. ¿Alguien se ha leído el libro de Ana Mª Redondo, profesora de Derecho Constitucional en la Facultad de Derecho de Valladolid? Aquí os pongo una cita: «La objeción a la obligación de escolarizar a los menores entre seis y dieciséis años se debe, […], no a la dejación de los deberes paternofiliales sino a un ejercicio de libertad que lleva a los padres a tutelar del modo que entienden más conveniente, directo y exclusivo, la educación integral de sus hijos.
    Desde luego no es una práctica novedosa sino más bien todo lo contrario. Como se ha indicado en un capítulo anterior, se remonta a los orígenes de la historia de la educación, a momentos en los que el acceso a la enseñanza era monopolio de ciertas élites y a sociedades en las que , en absoluto, se atisbaba el reconocimiento de un derecho a la educación. […] Desde luego, la enseñanza básica no agota los contornos de la educación, que es una actividad relacional mucho más amplia que se desarrolla, fundamentalmente, en libertad. Pero el artículo 27.4 de la Constitución ordena la enseñanza básica obligatoria como elemento indisponible de toda educación, aunque este mandato no significa, en modo alguno, que la Norma fundamental imponga un sistema educativo unificado. La Constitución establece como objetivo de la educación el pleno desarrollo de la personalidad humana y fija los medios que ha de facilitar el Estado, inexcusablemente, para propiciar la consecución de tales objetivos, esto es, una enseñanza básica, en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales que ha de ofertarse de forma gratuita, porque se impone a todos. […] Sin duda este es un objetivo legítimo y deseable por las sociedades modernas pero no existe, según creo, un único camino para alcanzarlo. De lo que se trata es de encontrar aquella fórmula que permita, sin renunciar a la consecución de tal finalidad, hacer compatibles la libertad de educación, ampliamente interpretada, y la enseñanza básica obligatoria, tal y como está diseñada en el texto constitucional».
    Pues eso. Ya sabemos que el homeschooling funciona de mil maravillas no sólo por ser el método educativo más antiguo del mundo, sino por su práctica extendida en la actualidad y por las investigaciones e informes que se han hecho estudiando amplios sectores del colectivo. Uno, el más conocido, es el de Paula Rothermel, profesora en la Universidad de Durham de Inglaterra que ha estudiado y ha convivido con 400 familias homeschoolers. Quien lo desea se lo puedo enviar traducido al español. También lo puede encontrar en inglés en la web.
    Señores, el homeschooling funciona a todos los niveles, ya está demostrado. Por eso hablé de «falso» debate.
    Lo demás también es engañoso. A saber, que si los padres son autoritarios, delincuentes, machistas, sectarios, porque ya sabemos, por desgracia que esto se da en la sociedad y da igual qué tipo de educación se haya recibido. Por lo pronto, todos los machistas que conocemos en España, todos lo terroristas, todos los delincuentes (menores o adultos) HAN IDO AL COLEGIO. Por lo tanto, resulta que a mí, como madre que educo e instruyo a mis hijos en casa, se me quieren pedir garantías que ni la misma escuela ofrece. Hoy en día la escuela no me garantiza ni el éxito escolar, social, profesional o laboral de mi hijo, y por no garantizar ¡¡no me garantiza siquiera la integridad corporal de mi hijo!!
    Se me dice que los niños deben convivir con niños. Pero, ¿quién dice que en casa esto no se logra? Se me dice que el niño debe venir en contacto con la realidad de la vida, que aprenda lo dura que es, que se pelee con sus compañeros… ¿quién dice que esto no tiene lugar también en la familia? De hecho, casi diría que mis hijos VIVEN la vida directamente, ya que están viviendo la realidad cotidiana de una familia integrada en la sociedad. La escuela, no olvidemos, por mucho que presuma de su papel educador y preparatorio para la vida adulta, es simplemente una institución prácticamente desconectada de la vida real donde la situaciones diarias con las que se afronta un adulto no se dan. Nadie aprende qué hacer cuando hay que solucionar un problema en el banco, por ejemplo. Nadie sabe cómo comportarse en una situación de conflicto sin enfadarse, por poner otro ejemplo con el que me encuentro muy a menudo. Y es normal, estas cosas no las ves en el colegio, es imposible.
    La socialización es otro tema que sacan siempre todos. Pero primero me gustaría saber cuántos saben realmente lo que significa socializar. La gente se imagina que es simplemente convivir con otros de tu edad. Pues no, resulta que la socialización es el proceso mediante el cual los individuos pertenecientes a una sociedad o cultura aprenden e interiorizan un repertorio de normas, valores y formas de percibir la realidad, que los dotan de las capacidades necesarias para desempeñarse satisfactoriamente en la interacción social; aún más allá de esta, puesto que las habilidades intelectuales y emocionales se adquieren a través de actividades interactivas, numerosas corrientes psicológicas y filosóficas sostienen que la identidad individual —es decir, el concepto que la persona tiene de sí misma, sus modelos cognitivos y sus impulsos emotivos— es ella misma el resultado de la socialización.
    ¿Realmente hay alguien por aquí que piensa que todo este proceso puede tener lugar en la escuela entre 20 o 30 niños de la misma edad? yo no me lo creo.
    Es más, todas la teorías de las ventajas de la escuela sobre otras formas de enseñar no tienen ningún respaldo científico serio, ya que hay multitud de investigaciones sobre otros modelos educativos – incluido el homeschooling – que resaltan la eficacia de los mismos. Cuando se me dice que en la escuela se dan experiencias valiosas que no se dan en casa, ¿en qué estudios está basada esta afirmación? además, en el supuesto caso de que eso es así, ¿quién dice que no ocurre también al revés, que las experiencias valiosas que se dan en casa y en familia no se dan en el colegio? se trata, evidentemente, una vez más, de prioridades y libertad de elección.
    Como ya dije, ningún sistema educativo es perfecto; intentemos que todos podamos tener la posibilidad de elegir el más idóneo para cada familia.
    Este verano estuve en Inglaterra donde la ley educativa es muy clara al respecto (igual que nuestra Constitución a la que, sin embargo, nadie parece hacerle mucho caso en la práctica a pesar de que la refuerzan varios pactos y convenios internacionales. En Inglaterra la ley obliga a los padres a que sus hijos reciban la enseñanza básica obligatoria «en la escuela o de otra forma». Aquí «se reconoce la libertad de enseñanza» – ¿acaso no es lo mismo pero formulado de dos maneras distintas?). Estuvimos una semana en HESFES – Home Educators’ Seaside Festival. Estuve hablando con gente de Learning Unlimited – una organización a nivel internacional que defiende la educación bajo todas sus formas. Me llamó la atención la libertad que tienen allí los padres para educar a sus hijos en cuanto a los contenidos, los métodos pedagógicos y lo materiales. No hay ninguna restricción, sólo se debe perseguir el objetivo de la educación básica obligatoria.
    No hay, por supuesto, ningún tipo de examen, pero sí que un inspector de la administración educativa local viene a visitar cada año las familias homeschoolers para asegurarse de que el niño recibe esta educación y que ha evolucionado respecto a su propio nivel del año anterior. O sea, la evaluación se hace siempre tomando como punto de partida al propio niño, no a otros, ni a algunas pautas regladas impuestas por otro sistema educativo.
    Dije que no hay por supuesto ningún examen porque los exámenes, ya se dijo por aquí y estoy totalmente de acuerdo, son una manera de demostrarle al padre (que ha delegado la educación e instrucción de su hijo en terceros) que su hijo ha aprendido o no algo. De alguna forma estos terceros deben rendir cuentas de lo que han enseñado y qué ha retenido el niño y lo hacen a través de los exámenes. Pero yo como padre que educa en casa no tengo que rendirle cuentas a nadie – a mí mismo no puedo y no tengo por qué, y a terceros tampoco tengo por qué, ya que es MI responsabilidad la educación de mi hijo, no de otros. Un examen no es prueba de lo que sabe realmente un niño y sin embargo puede ser contraproducente en muchos casos. Un ejemplo fácil y real: mis hijos aprendieron a leer a edades distintas, la mayor con 7 años y pico, él menor con 5 y medio. Si se les hubiera hecho un examen a los 6 años a cada uno, a ella le podrían haber dicho que es floja como alumna y a él que es buenísimo. Sin embargo, si se les hace el mismo examen a los 7 años los dos harían una prueba estupenda. ¿Qué significa esto? que me da igual el examen al final, porque el objetivo se logró aunque un poco más tarde en el caso de mi hija. Pero un examen la habría hecho sentirse mal y le habría minado su autoestima. Sinceramente como madre que educa en casa, lo que me importa son los resultados, no el método, ni el tiempo para lograrlos. Ahora los dos son lectores empedernidos y escritores prolíficos (tienen 13 y 11 años) y la gente a veces me pregunta qué hago para que lean tanto. Qué voy a hacer, simplemente les dejo la libertad de hacerlo. Es suficiente. Adoran los libros de Laura Gallego, pero se parten de risa con Mortadelo y Filemón, como cualquier otro niño.
    En fin, no quiero alargarme más, si me dejo llevar no acabaría ni pasado mañana, me encanta el tema, pero ya mi mensaje es muy largo y además es muy tarde. Gracias de todas formas por dar la oportunidad de hablar de la libertad de enseñanza, de la democracia, de la libertad en general. Porque al final todo se reduce a esto, nada más.
    Si hay más dudas aquí estaré.
    Un abrazo a todos,
    Sorina Oprean

  63. Sorina

    Leyendo a Lola me quedo a contestarle: sus hijos no pueden saber si les hubiera gustado educarse en casa porque no han probado los dos sistemas. Además, una vez más, se hacen suposiciones sobre lo que se desconoce. La realidad de la educación en casa es bien distinta a lo que uno se imagina desde «fuera». Las familias que yo conozco no «controlan» a los niños todo el rato, los niños no están solos con los padres todo el día – vienen en contacto casi todos los días con otros niños, bien sea porque son vecinos, bien sea porque son compañeros de actividades de otro tipo, artísticas, deportivas etc.
    En cuanto a las preguntas de Lola, mira, resulta que como madre que educo en casa, expongo a mis hijos a un mayor contacto con el mundo (es obvio que me acompañan a todos los lados posibles y conocen gente de todas las edades, razas y capas sociales), conocen otras formas de vivir porque las ven, interpretan la realidad según sus propios puntos de vista porque yo los respeto, vienen en contacto con otros valores porque las perciben en otras familias. Precisamente en la escuela lo que se percibe es un único modo de pensamiento, un único modo de convivencia, una única forma de vivir – la de las aulas – y una imposibilidad de interpretar la realidad según sus criterios porque allí sólo se acepta el pensamiento único impuesto por el que rige el colegio.
    Precisamente en casa intentamos poner en práctica (por lo menos en mi caso, pero no es el único que conozco) la democracia a escala pequeña y cada uno es libre de interpretar la realidad según le parece. Que yo, como madre, le pueda transmitir ciertos valores o ciertas ideas es inevitable, vaya o no el niño a un colegio. Eso se da de cualquier forma. Intentamos no influir tanto, pero ¿cómo sé yo en qué medida influyo en el desarrollo de mi hijo? a veces una simple frase dicha en un momento de ocio deja marcas para toda la vida y en cambio conceptos que nos parecen importantes a los padres e intentamos elaborar de forma cuidadosa para influir en nuestros hijos, se quedan en la nada.
    Por lo pronto, por lo menos en alimentación no hemos impuesto un modelo único 🙂 ya que, por decisión propia, mi hija es vegetariana desde hace dos años y en cambio el niño es un carnívoro convencido. La libertad es un derecho de los niños igual que el de los padres. También son ellos los que eligen los temas a estudiar todos los días, o los proyectos que quieren elaborar (trabajamos por proyectos, nos parece una forma más integral de abordar los conocimientos). Precisamente me gustaría saber cómo se pone en practica la libertad de elegir y el respeto hacia las opiniones de los niños en un colegio donde el que aprende (el niño) no tiene derecho ni a elegir su propio aprendizaje: ni los contenidos, ni los profes, ni el método, ni los materiales, ni el ritmo (ya me diréis).
    Me han dicho que los niños no son posesión de los padres; en efecto, no lo son, por eso me gusta dejarles elegir dentro del abanico de posibilidades que yo considero positivas para su desarrollo. ¿Acaso en la escuela se les ofrece este abanico de posibilidades a los niños?
    Volvemos a la pregunta: ¿quién enseña mejor valores democráticos y principios de respeto? ¿los que los explican en unas lecciones sin más o los que directamente los ponen en práctica? y sigo: ¿quién enseña el respeto a la diversidad? ¿el que respeta otras formas de vivir y educar, por ejemplo, o el que impone un único modelo y quiere obligar a todos a vivir de la misma manera?
    Una familia a la que no se le respeta aprende a ser intolerante. Unos inmigrantes, por poner otro ejemplo, a los que se les obliga a seguir un modelo distinto, aprenderán a defender lo suyo y a rechazar el modelo impuesto. ¿Por qué no tienen éxito los programas de integración de los gitanos? porque se les impone un modelo de vida y de educación que no es suyo. Si se les respetara su modo de vivir, por muy raro que nos resulte, quizá otro gallo cantaría, ya que aprenderían a respetar también ellos nuestro modelo de vida. Se habla tanto de la diversidad de la sociedad, pero no la queremos, tenemos el empeño de que todos vivamos de la misma forma. Y una de las instituciones encargadas de hacer esto es la escuela – ¿alguien se ha fijado que es igual en todos los lados? es raro, teniendo en cuenta la diversidad de la sociedad y el respeto a la libertad de elección, pero es así. Y lo peor es que esta institución ni siquiera está avalada por su éxito al 100%, ni por estudios serios sociológicos, ni por investigaciones científicas que demuestren de que realmente la gente escolarizada es más feliz o más sana o más exitosa. ¡Sin embargo aquí hay gente que la defiende a capa y espada, haciendo afirmaciones que no están basadas ni en la evidencia, ni en estudios o investigaciones y quieren imponer este modelo como el mejor que hay!
    Por eso digo que el debate no es si la escuela sirve o no, si el homeschooling sirve o no, si la metodología Montessori sirve o no. El debate es si podemos elegir entre todos (mira que hay muchos, pero muchos) el que nos beneficia a cada uno.
    Por favor no vuelvan a perderse en comparaciones negativas sobre un método u otro cuando muchos de ustedes ni conocen otro método que el convencional actual. Hay mucha literatura de especialidad, lean, resulta muy interesante y hace cambiar la manera de pensar, la flexibiliza mucho. Muchas veces les recomiendo a mis amigos los libros de John Holt y John Taylor Gatto, son dos de mis autores favoritos en cuanto a la educación.
    Y, ya puestos en conocer la realidad, mira, ofrezco mi casa con mucho cariño y alegría a cualquiera que quiera conocer otro método educativo, distinto al oficial; pero advierto que la experiencia puede resultar desconcertante si uno no viene dispuesto a abrir sus ojos y su mente 🙂

  64. Sorina

    Y una última reflexión. Se ha dicho que no todos los padres tienen la capacidad de educar en casa. Puede ser. ¿Por qué entonces, en vez de decir que esto no se puede hacer, nadie ofrece la opción más natural de que el Estado ayude a estos padres a educar en casa? En Inglaterra o en Polonia esto se puede hacer sin problemas. Los padres pueden pedir ayuda en el colegio que les corresponde, de tal forma que existe una tercera fórmula que se llama «la flexi-school» en la que parte de la enseñanza se le da al niño en casa por sus padres y parte en la escuela por los profesores de la asignaturas elegidas. Si un padres enseña mates y física, pero no se siente capaz de guiar a su hijo en literatura, hala, el niño va los miércoles y los viernes a clases de literatura en la escuela del barrio.
    ¿No es maravilloso? a mí me encanta esta convivencia de distintos métodos educativos (como hablábamos de valores constitucionales…;)) y este afán de ayudar a los padres a educar. De educarte en casa pero poder ir una tarde a la escuela y simplemente utilizar los recursos y los materiales cuando haga falta.
    Este es mi sueño realmente, esta convivencia pacífica y positiva entre las miles de maneras que hay de educar, enseñar, instruir, guiar, aprender. Este intercambio de ideas, de actividades, este respeto hacia lo que hace el otro. Esta manera de compartir la educación bajo todas sus formas (hay miles) y de apoyarla y alentarla siempre.
    Me es mucho más fácil apoyar a un cojo que intenta andar por sí solo y a su manera, que intentar cargar con él en la espalda, criticarlo por caminar tan mal y prohibirle que camine porque no lo hace bien.
    Nadie se da cuenta, pero hay otro aspecto también: ¡la de problemas que le ahorramos al sistema por educar a nuestros hijos en casa! tengo claro que mi hijo habría sido un inadaptado en el sistema escolar convencional – empezó a leer y escribir a los 5 años y medio, pero lo hacía al revés (vaya, como los escritos de Leonardo da Vinci, para entendernos, todo estaba escrito «en el espejo»). Esta etapa duró casi dos años, pero evolucionó poco a poco a una escritura convencional al cabo de este tiempo sin más problemas porque yo no hice un problema de ello. Hubo amigos que me decían que lo tengo que llevar a un especialista, que esto no es normal, que hay que obligarle a escribir bien. No hice caso. El niño estaba feliz. Lo único que le dije a mi hijo fue: «lo haces muy bien, está escrito todo muy correcto, pero debería ser al revés». «¿Por qué, mamá, si dices que está correcto, por qué lo tengo que escribir al revés?» y le contestaba en un tono muy práctico: «porque tal como lo has escrito tú no lo puede entender mucha gente. Yo sí porque sé leer al revés, pero otras personas no y seguro que te gustará escribir para ellos también». Eso fue todo. Y hoy mi hijo escribe estupendamente sin ningún problema.
    Imagínense el mismo caso, pero en una escuela con un maestro o maestra poco flexible (que los hay, por desgracia) y poco comprensivo con los procesos naturales y normales de ciertos niños zurdos o ambidiestros (como es el caso de mi hijo). Es fácil de imaginar, conozco tantos casos problemáticos que empezaron con una pequeña cosa como esta y que fueron creciendo a medida que pasaban los años porque en la escuela no había suficiente flexibilidad para esperar que el «problema» se corrigiera por sí solo.
    Nosotros quitamos al final estos casos de la escuela y facilitamos su labor, en alguna medida, porque no tienen cabida ni solución en las aulas y porque en la normalidad de la vida diaria del hogar, estos problemas ya no tienen la magnitud y la importancia que se les da en el colegio; o porque simplemente, se puede entrar en contacto tranquilamente con un especialista que enfoca en seguida la solución idónea, se pone en práctica y ya está.
    Lo menciono porque hemos tenido y tenemos casos de este tipo en la asociación y todos se resuelven de forma positiva.
    Bueno, siento el alargarme tanto de nuevo, ya les dije, si me dejan sigo hasta mañana. 🙂
    Un abrazo

  65. Pingback: Quédense con mi hijo « EFERVESCENTE2H

  66. Me han ancantado las «sábanas» que ha escrito Sorina. Especialmente lo bien que ha explicado «el problema» que tenía su hijo con la escritura y el ver cómo en un par de años se corrigió. Esto es a lo que nos referimos cuando los que educamos en casa hablamos de una educación personalizada.
    Os dejo un link de una respuesta de un padre al artículo del «El País» http://www.hazteoir.org/node/15074

    Hasta otra.

  67. No quiero polemizar, pero de verdad, si lo que se trata es de buscar credibilidad, me temo que hazteoir.org no es el sitio adecuado…
    En cualquier caso, sigo pensando que se trata de una solución individual a un problema colectivo como es la escuela. ¿No nos gusta cómo se plantea, lo que se hace en ella, la atención deficiente a los chicos? Protestemos, planteemos soluciones para todos, impliquémonos en el día a día de la escuela y, si no nos dejan, busquemos vías, abramos puertas. Conozco colegios en los que los padres son parte indispensable, sin los que no sería posible la escuela misma. Y lo son en el aula, en actividades extraescolares, en charlas, organización de actos… Pero sigo sin ver cómo se puede sacar a un niño de ese entorno y arrogarse el derecho sobre él, sin ningún mecanismo de control de lo que se hace. Le sigo dando vueltas, sí, pero reconozco que, sin dudar de que los que habéis estado hablando aquí lo hacéis estupendamente, porque así suena y así lo contáis, creo que no lo veo claro. Pero se agradece el debate, los puntos de vista diferentes…

    Un abrazo,

    fernando

  68. Fernando, creo que la razón por la que algunos padres hemos decidido buscar soluciones fuera de la escuela, sea porque desde dentro no se podía hacer nada. Sé de profesores que trabajan en colegios públicos que educan en casa por la misma razón, y sé de otros profesores que ya han tirado la toalla por falta de apoyo. Si no se consigue que por lo meno en un centro haya un máximo apoyo para mejorar algo, no se va a dar la mejora. Y hay maestros deseando llegar a la jubilación porque no aguantan más.
    Sólo en Guipúzcoa el año pasado se dieron de baja, (según el DV) uos 1000 maestros justo antes de comenzar las clases en septiembre. No digo que algunos tendrían razones verdaderas, pero dudo que la mayoría las tuvieran.

    Todo por ahora, hasta pronto.

  69. Fernando: Sin ánimo de polemizar. Hazteoir.org puede gustar más o menos, ser un sitio más o menos creíble, eso va en gustos, como los colores.

    En cualquier caso la carta de ese padre que indicaba Ketty me parece interesantísima, y además está llena de sentido común. Luego seguiremos discutiendo del tema, si lo vemos más o menos claro, pero porque la carta este publicada en un lugar con el no comulgamos, valga la expresión, no es para hablar de falta de credibilidad. Saludos.

  70. Fernando, la carta que ha escrito éste padre me fue enviada a mí, a EL País y a Pilar Alvarez. Yo se la hice llegar a HO para publicarla porque sabía que sino de otro modo no vería la luz. Desde que encontramos HO, nos han ayudado mucho a promover el asunto de la educación en casa. En HO tratan éste tema con muchísimo respeto y educación. A mí personalmente no me importa de que ideología sean aquellos que nos abren la puerta, aquí no buscamos «politiqueo» ni nada entre líneas. Simplemente buscamos a gente normal que puede entender nuestro punto de vida y ya está.
    Algunos hemos sido etrevistados por radios, canales de tv y periódicos de todo tipo. Algunos de los programas eran pésimos, pero lo que nos interesa es difundir. Lo que no haremos es sólo dar información a aquellos que nos parezca bien porque van con nuestra idelogía. En ALE tenemos todo tipo de gente y no representamos a ningún tipo político, ideológico o religioso. Y créme, tenemos de todos los lados. En ocasiones nos han engañado diciendo que iban a tratar el asunto con respeto y de muy buenas maneras y no ha sido así, como ha ocurrido con éste último artículo de Pilar Alvarez que ha sido tan subjetivo ofreciendo solamente un lado de la moneda, cuando ella me dijo a mí que iba aexponer las opiniones de ambos lados. Pero aunque lo que se diga sobre la educación en casa sea negativo, no importa, por lo menos se habla de ello y hace pensar a la gente en la posibilidad de otra vía de educación. Y a pesar de que algunos ya nos hemos llevado varios berrinches por leer que lo que se dice de alguien falta totalmente a la verdad, pues que se le va a hacer, se nos pasa al día siguiente y seguimos con nuesta vida. Es lo que se tiene cuando se escuchan cosas, que cada uno escribe como lo ve o lo entiende de diferente manera, pero eso ya lo sabéis vosotros.
    Saludos y hasta otra, ya es hora de despertar al gallinero 🙂

  71. Hola a todos:

    Sólo quería disculparme por mi anterior comentario respecto a hazteoir. Me excedí, y lo siento, de veras. Espero no haber roto la interesante discusión que aquí se ha generado.
    Y gracias por tu respuesta, Ketty, respecto a la escuela. Es una pena que esa sea una de las razones. Y es una pena por parte de la administración, claro, no por la vuestra. Creo que estaría bien buscar cómo unificar voces… El Estado somos todos, no es una entelequia administrativa como nos quieren hacer creer. Recuperemos esa voz. Como estamos haciendo aquí.
    Mis disculpas de nuevo a todos, y a Juanjo en particular, por levantar la voz más de lo debido en su casa.
    Un abrazo.

  72. No rompes nada, Fernando, y no creo que debas disculparte. Lo expresaste con educación, y aquí caben todas las opiniones, que eso es lo bueno ¿no? Y esta no es «mi» casa, ya ves que afortunadamente es de vosotros. ¡Un abrazo, insisto, nada que disculpar!

    Muchísimas gracias a todos por los geniales comentarios que leo, los estoy imprimiendo y leyendo cuando puedo, con tranquilidad. Sigo con dudas, pero vuelvo a repetir que me entusiasma vuestra actitud, la de todos. Insisto, es un lujazo contar aquí con experiencias en primera, o segunda, persona. Ando callado porque en lo que no creo que valga mi aportación prefiero callarme, pero leo muy, muy, atentamente.

    Saludos

  73. Quizá esté fuera de lugar este comentario pero me ha sorprendido que se tenga que pedir disculpas por pensar que algo es poco creíble.

    Fernando, sinceramente, no veo por qué te tienes que disculpar, simplemente has expresado una opinión, que es que a ti hazteoir.org te parece poco creíble. Es tu parecer, ¿dónde está el exceso?

    No sabía de la existencia de hazteoir.org y para poder opinar al respecto me he dado una vuelta por la mencionada web. Después de leer algunas cosas de las que ahí se escriben me pregunto acerca de esto que más arriba contestó Ketty a Fernando -cito textualmente- «Fernando, la carta que ha escrito éste padre me fue enviada a mí, a EL País y a Pilar Alvarez. Yo se la hice llegar a HO para publicarla porque sabía que sino de otro modo no vería la luz. Desde que encontramos HO, nos han ayudado mucho a promover el asunto de la educación en casa. En HO tratan éste tema con muchísimo respeto y educación. A mí personalmente no me importa de que ideología sean aquellos que nos abren la puerta, aquí no buscamos “politiqueo”» ¿De verdad que hazteoir.org no es politiqueo?

    Un saludo, Montse

  74. Montse, no quiero decir que no haya politiqueo en HO, sí que lo hay, me refiero a que nosotros, los que educamos en casa, no buscamos ciertos políticos ni tendencia políticas. Nos da lo mismo quien sea quien nos abra una puerta. Aunque sean lugares donde se habla de política, ¿qué mas me da a mí de qué partido sea cada cual? Si sólo voy a leer o escribir en blogs o webs de mi misma ideología, nunca leeré o aprenderé lo que piensen los del otro lado.
    De hecho, en cuanto a político no estoy en ello. Cuando vivía en EEU,(allí hay dos partidos, republicanos y demócratas) mi marido me «culpaba» de «Repúblicrat». Ni me gustaba uno ni el otro, y cosas de uno y del otro. Bueno, esto no es un tema de pólítica, además me aburre, así que lo dejo aquí hasta otra.

  75. Lola

    ¡Qué difícil es ser breve en un tema así! Lo intentaré.
    Si mis hijos no pueden saber qué prefieren por no haber conocido la formación académica en casa (educación, por supuesto que reciben), los que reciben la formación en casa tampoco pueden juzgar la experiencia de la escuela por unos pocos años, además los primeros. No pueden saber qué adolescentes hubieran sido,ni que experiencias positivas y negativas habrían vivido.
    Decididamente no todas las escuelas son iguales, ni todos los profesionales tampoco. No entiendo por qué se habla de pensamiento único en la escuela, de metodología única y de uniformidad.Precisamente cuando más se está trabajando por la diversidad.
    A mí también me gustaría enseñar la filosofía, el arte, la geografìa, la historia y la literatura griega en un viaje por Grecia, pero como no me es posible, con mis alumnos del PDC hemos hecho viajes virtuales (todos tenemos hasta pasaporte). Lo que quiero decir es que me da la impresión de que desconocimiento y prejuicios hay por parte de todos.
    Sigo dándole vueltas al tema, pero sigo pensando que la escuela no sólo es mejor opción, sino que debe ser un elemento de integración para todos los niños.

  76. Yo tampoco creo que en la escuela haya pensamiento único, Lola. De hecho lo enriquecedor es precisamente que no lo hay, porque efectivamente se trabaja (o se debe trabajar) en la diversidad… Yo también le sigo dando vueltas. No es nada fácil, y tampoco tenemos porqué cerrarnos una opinión definitiva ¿verdad?

    Últimamente el lema que está a la derecha de la cabecera de este blog me parece mejor puesto que nunca 😉

    ¡Gracias Lola por reavivar el asunto!

  77. Tienes razón Lola, si unos niños sólo han ido al colegio y otros nunca han ido, les será más difícil juzgar o hablar de lo opuesto si no lo conocen. Y hacen bien, por supuesto, al contrario de los «expertos» que se ponen a hablar de ello sin saber de qué hablan, simplemente porque no les gusta la idea por el rollo de la no socialización de los niños educados en casa. Es como si yo me pusiera a hablar del mecanismo de un cohete cuando no tengo ni idea de éste asunto.
    Pero cuando tienes hijos que han probado los dos sistemas, como los míos por ejemplo, entonces ya sí que pueden opinar al respecto. Mi hija mayor por ejemplo fue al colegio hasta 6º de primaria, ha tenido 9 años de coegio, ásí que ya sabe lo que hay en ambos lugares. Y a todos les hemos dicho que pueden escoger y de momento todos prefieren quedarse en casa.
    Os recuerdo que yo personalmente no estoy en contra de la escuela, que la escuela es un servicio necesario. Pero que se deje escoger a quien quiere hacer uso de ella o no, tan simple como eso. De hecho, a mí la administración educativa no me ha suplido nuestras necesidades ya que no han sido capaces de poner a mis 4 hijos en un mismo colegio, y que fue el desencadenante para que les empezáramos a educar en casa. Pero ahora estamos encantados con éste sistema, nos ha cambiado la vida.
    Todo por ahora, tengo aquí un enano que acaba de terminar su trabajo y necesita ayuda. 🙂

  78. Ahora mismo en la SER, hora25, están hablando de Educación en Casa. Están entrevistando a Emmanuel, educado en casa

  79. Bueno… Y también habla un señor de cuyo nombre no quiero acordarme. ¡Esto no es un debate, señores! Se criminaliza la educación en casa. Lo dicho, ¡con defensores así, no necesitamos fiscales!

  80. La SER. Hora 25: Educar a los niños en casa

  81. Perdón, en el mensaje anterior no se insertó el código HTLM del audio. Dejo el enlace a la página

    http://www.cadenaser.com/sociedad/audios/hora-25-educar-ninos-casa/csrcsrpor/20081106csrcsrsoc_2/Aes/

  82. Estoy escuchando el programa de radio y poco antes de la mitad, el presentador se declara incapaz de hacer raices cuadradas y el señor Hurra no se pronuncia, supongo que tampoco se acuerda. Uno es presentador de un programa de radio y otro psicólogo forense y autor de varios libros. Entonces, ¿es tan importante que el niño lo aprenda?

    Sigo escuchando.

  83. Muchísimas gracias, Chelucana, Salirse de la fila. ¡Esto es actualidad compartida! No hay manera de embeber el reproductor en wordpress.com, que si no lo pondría arriba.
    La cadena SER cada vez me da más asco. Aunque ése no es el tema.

  84. Ostras, Da-beat, si coincidimos a la vez saluda…

  85. :-)) ¡Muy bien por esa H Da-beat! Eso es lo que gritaré yo «¡Hurra!» cuando ese señor, antes defensor ahora fiscal de menores, deje de prejuzgar y ofender con todos sus respetos y cariño, de verdad.

  86. Chelucana, no fue intencionado. No conocía a este señor de nada y, oyendo por la radio, creí que era con H. Ya he visto por Internet que es Javier Urra. Es lo que tiene que no se pronuncie.

  87. Pues eso, si es que al final, aquellos a quienes se les llena la boca de hablar de un sistema educativo que ni siquiera se han moletado en estudiar, (y estudios hay al respecto) después quedan en ridículo, cuando una niña de tan solo 13 años sale hablar y le rompe tods sus esquemas. Lo siento por este señor Urra pero me da lo mismo quien sea y los libros que haya escrito, pero tras escuchar el programa, solo podía notar la manera de atacar el homeschooling. En cambio, Sorina en ningún momento se mostró inquisitoria, y vamos, las palabras de su hija Adina fueron la guinda. Vamos, que me encantó escuchar el programa, demuestra mucho de los educados en casa, gracias «salirse e la fila» por traérnoslo.
    Un saludo

  88. Aclarar solamente que no me molesa que haya gente en contra de la educación en casa, eso es normal además de que me encanta ser diferente a lo que se llama «lo normal». Pero cuando los que se dicen ser expertos quieren darnos a entender que los padres somos la pero cosa que les puede pasar a lo hijos, pues qué queréis que diga. Y me molesta que desde su cargo, haga creer a la gente que eso es así.

    ¿De verdad es padre? ¿Que tipo de relación persigue? ¿Sabe que no solo es nuestra responsabilidad moral sino también nuestro DERECHO y OBLIGACION legal procurar el bienestar de nuestros hijos? Parece que le molesta que un niño sea feliz y que decida por si mismo. Hasta lo dice. Le parece negativo. dice: «lo veo clarisimo: dar la responsabilidad a los niños de lo que es lo mejor para ellos es desde mi punto de vista un error de los adultos….»
    Yo lo que me pregunto es con que narices se atreve decirle a un padre lo que este debe hacer. Para eso hay leyes, constitución, deberes y derechos. Pero lo que dice no es ley, eso es una opinión personal de uno que es tan padre y ciudadano como cualquiera de nosotros.
    En fín, de todas formas es bueno que él hable, nos da una mayor perspectiva de las cosas y cómo elegir.
    un saludo

  89. Yo no he entendido jamás que te molestara, Ketty. Al revés, da gusto leer tu actitud en cada uno de tus comentarios.

  90. Ketty y demás contertulios. Estoy absolutamente de acuerdo con el señor Uña en que «los hijos no nos pertenecen». Por eso ofrezco a mis hijas distintas opciones cuando yo también tengo la posibilidada de elegir. Por eso negociamos entre sus intereses y los míos, para que aprendan a ceder y a persistir. Por eso pactamos y llegamos acuerdos comunes, para que se responsabilicen de sus decisiones y las consecuencias de éstas.

    ¿O no es eso lo que quiso decir el defensor de los niños con todo su respeto y cariño, de verdad?

    ¿Irá a casa de Solina a cenar?

  91. Ups! Perdón, quise decir Sorina 😦

  92. Por si acaso podéis «soportar» un rato de TV por a mañana (yo es que nunca la veo por las mañanas ni las tardes) simplemente deciros que mañana lunes día 11, en Telecinco en el programa de Ana Rosa Quintana, se va a tratar el asunto de la educación en casa. Estarán en el plató Sorina y Rafael Lara, director de epysteme (colegio a distancia). Saldrá un video de una familia que educa en casa -la mía-. Me pone algo neviosa las opiniones de las personas allí sentadas porque si son las que me han dicho, vamos, empezamos con mal pie, y os lo diré mañana cuando vea el programa. Como he dicho antes, no me molesta que la gente no lo apoye, pero no me gusta cuando se nos trata sin respeto alguno o que nos pongan a caer de un burro. Bueno, ya os contaré, con una tila en la mano por si acaso. 🙂
    Sé que nos arriesgamos mucho saliendo en los medios de comunicación pues ya sabemos que luego al final cada uno puede torcer la noticia a su manera, pero lo que pretendemos al hacerlo es dar a conocer éste sistema.
    saludos

  93. Me estoy montando un nuevo blog de educar en casa para poder subir fotos. Así que me apunto a éste mundo de la blogosfera. Está muy verde todavia porque acabo de empezarlo, pero por si os interesa visitarlo alguna vez os dejo el enlace.
    http://educarencasa-ketty.blogspot.com/

    un saludo, ketty

  94. Pingback: Escuelas alternativas y alternativas a la escuela « matemaTICs

  95. Lo que se aprende aquí…

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